La nueva geopolítica gira sobre los minerales verdes
La transición verde depende de ciertos minerales clave, en particular el litio, el cobre, el niquel, el cobalto, el manganeso y el grafito. Suponiendo que la transición se lleva a cabo de conformidad con el Acuerdo de París, la demanda de estos insumos clave prácticamente se cuadruplicará de aquí a 2040, según explican los autores Jakob Feveile Adolfsen, Danielle kedan y Marie-Sophie Lappe en su artículo «La geopolítica de los minerales vedes», publicado en el Blog del BCE. Los autores subrayan que el impacto sobre los precios de la energía dependerá de cómo se ajuste la oferta, por lo que es vital garantizar el suministro de estos minerales verdes.
El ataque de Rusia a Ucrania ilustró cómo los acontecimientos geopolíticos pueden afectar significativamente los mercados de materias primas y la inflación. Algo que confirma una investigación del FMI, que subraya que la fragmentación geopolítica podría perturbar la transición verde al obstaculizar el acceso a los minerales verdes. Porque la extracción de minerales en bruto se concentra principalmente en las economías en desarrollo y emergentes de América del Sur y África. En la actualidad, los suministros de minerales verdes están más concentrados que los de otros productos básicos como el petróleo, incluso en comparación con cuando se formó la OPEP, recuerdan los autores.
La concentración de la producción minera hace que los minerales verdes sean particularmente susceptibles a las interrupciones de la cadena de suministro y las restricciones comerciales. Minerales como el litio, el níquel, el cobre, el cobalto, el manganeso o el grafito están actualmente sujetos a restricciones a la exportación.
Se cree que algunos países ricos en minerales están buscando formar cárteles minerales, aunque hasta ahora sin éxito. Un cártel exitoso requiere un acuerdo entre los miembros y un alto grado de confianza para mantener la colusión. Según los patrones de votación en la ONU, los tres principales mineros de cobre, níquel y grafito generalmente muestran una alta alineación política, con un índice de desacuerdo que está por debajo del promedio de la ONU y es comparable o incluso inferior al del cártel del petróleo (la OPEP). Esto sugeriría que existe alguna base política para la formación de cárteles.
El poder de China
En términos geopolíticos, China parece estar mejor posicionada que la UE y EE UU para asegurar el suministro de minerales verdes, apuntan los autores del BCE. China exhibe el nivel más bajo de desacuerdo con los principales productores mineros de minerales verdes al contrario que Australia, que tiende a estar en desacuerdo. China también se ha posicionado estratégicamente en la cadena de suministro de minerales verdes al convertirse en el mayor procesador de níquel, cobre, litio y cobalto, representando entre el 35% y el 70% de la actividad de procesamiento. Además, su control de las materias primas ha ido aumentando debido a las inversiones en minería en el extranjero.
Aunque tanto EE UU como la UE han tomado medidas para construir sus propias cadenas de suministro de materiales críticos, se necesitarán inversiones considerables para igualar las de China, lo que sugiere que ésta mantendrá su posición dominante en el futuro previsible, avanzan los expertos.
Asimismo, para garantizar la seguridad de los suministros de minerales verdes los investigadores creen que se debería fomentar la inversión privada en la extracción y refinación de minerales, dando entrada a nuevos productores y debilitar el poder de los líderes actuales del mercado, investigar sobre materiales sustitutos de las tecnologías verdes y reciclar estos minerales.
La Ley de Materias Primas Esenciales
La UE dio un paso importante al adoptar la Ley de Materias Primas Esenciales. Para 2030, al menos el 10% del consumo anual de materias primas críticas de los 27 debería extraerse dentro de la UE y el 40% debería procesarse a nivel nacional. Además, se agilizarán los procedimientos de aprobación para proyectos de materias primas y los considerados estratégicos se beneficiarán del acceso a la financiación y de plazos de aprobación más cortos. Se promueve la reciclabilidad de los minerales, ya que al menos del 15% del consumo anual debería cubrirse mediante reciclaje nacional en 2030. La proporción de importaciones de un solo país tercero no debería superar el 65%.