Quien patee el barrio de San Blas con ojo analítico sospechará que algo pasa en sus calles más históricas, o sea, las más cercanas a la estación de tren, motivo inequívoco de su fundación en la segunda mitad del siglo XIX. Calle Tato, calle Gaspar Tato, calle Carmen Tato... ¿Por qué las calles con más solera del vecindario llevan ese apellido? ¿Quiénes eran todos esos Tato? ¿De dónde vinieron y a dónde fueron?