Ahora que no nos lee nadie, podemos hacernos la pregunta y responder con sinceridad. El intento de asesinato de Donald Trump nos ha vuelto a demostrar, una vez más, que la política es un terreno en el que habitan los rasgos humanos más despreciables por un simple y hobbesiano motivo: el miedo. A fin de cuentas, hay que tener mucho miedo para disparar a alguien. hago memoria y nunca conocí a nadie que fuera fuerte y, a la vez, un miserable. El fanatismo suele arraigar en ánimos débiles, es decir, en cualquiera de nosotros, cuando sentimos que nuestros mejores valores y principios se encuentran amenazados. En el fondo, aunque los grandes discursos y las arquitecturas conceptuales intenten ocultar los verdaderos...
Ver Más