Kia Sportage. Con convincentes argumentos
La gama Kia Sportage alberga el más amplio surtido de propulsores para cubrir las necesidades y gustos de cualquier tipo de cliente. En su catálogo se encuentran modelos de gasolina, diésel, gasolina y diésel con hibridación ligera de 48 V (MHEV), híbrido (HEV) e híbrido enchufable (PHEV), con un abanico de potencias entre 115 CV y 265 CV. Por añadidura también se puede escoger entre variantes con tracción delantera (4x2) o integral (4x4). El precio de acceso parte de 32.975 euros.
Entre las muchas cualidades que adornan a Kia figura la de ofrecer una abundante paleta de productos para atender la demanda de una variada clientela, con necesidades específicas. Dada la predilección de los usuarios por los todocamino, la firma coreana incluye una numerosa línea de vehículos SUV con los que se garantiza la presencia en todos los segmentos del mercado. Pero si hay un segmento que resulta especialmente estratégico es el C-SUV, un espacio que Kia cubre con un auténtico superventas, el Kia Sportage. Un modelo que se ha ganado una merecida reputación generación tras generación a los largo de sus 31 años de existencia, desde que debutara en 1993. La generación actual, la quinta, empezó su comercialización en España en 2022.
El Kia Sportage resulta esencial para la marca coreana no solo por su condición de todocamino, sino también porque la categoría en la que se inscribe (C-SUV) es la de mayor volumen dentro del mercado de los SUV al acaparar una cuota del 28%. Por otro lado, también anota importantes hitos dentro de la dilatada historia del modelo. Se fabrica en Europa (versión específica) para satisfacer las necesidades del usuario europeo, mientras incluye en su oferta versiones electrificadas. Estas sólidas premisas junto a las cualidades que atesora presentan al Kia Sportage como un producto tremendamente atractivo para el usuario, además de jugar un importante papel en la estrategia de electrificación de la marca. Su competitivo posicionamiento queda refrendado por la impecable hoja de servicios de generaciones anteriores, pues durante la última década ha liderado las ventas de Kia.
Un diseño atractivo a la par que personal
El Kia Sportage milita en el segmento de los todocamino compactos, el C-SUV; mide 4,51 m de largo. Un segmento en el que tiene que batirse en incruento duelo con rivales como, el Hyundai Tucson, el Seat Ateca, el Citroën C5 Aircross, el Peugeot 3008, el Ford Kuga o el Nissan Qashqai, por poner unos significativos ejemplos. Una nutrida paleta de competidores a los que responde adecuadamente en todos los frentes, estilístico, tecnológico, dinámica de conducción, propulsores, etc. Lo que a buen seguro cautivará de primeras al potencial comprador del Kia Sportage es su rompedor y vanguardista diseño que inauguró una nueva filosofía estilística. Destaca especialmente el impactante frontal con la parrilla en negro que abarca todo el ancho. Esta parrilla combina la característica “nariz de tigre” de Kia con las luces diurnas de led en forma de boomerang. Además de su original formato estas luces diurnas crean un marco o contorno para los asimismo originales faros de led, camuflados en los extremos del frontal. Todo un ejercicio de estilo.
El lateral de la carrocería también reclama su parte de protagonismo dentro del diseño del vehículo. En esta zona se encarga de resaltar la línea de cintura una tira cromada que se prolonga hasta la parte trasera de la carrocería, y que continúa por el montante C siguiendo el contorno del alerón trasero. La parte trasera, que luce un musculoso a la par que deportivo aspecto, incluye unas esbeltas ópticas unidas por una tira horizontal que transmiten al conjunto sensación de anchura. Sin lugar a dudas uno de los mayores rivales del Kia Sportage es su primo, el Hyundai Tucson, con un diseño igual de impactante. La elección entre uno u otro irá en función de los gustos personales, ahora bien el Sportage, dentro del vanguardismo del que presumen ambos modelos tiene unas líneas menos barrocas, menos recargadas que el Tucson, capaces quizá de atraer a una clientela más numerosa al incluir a ese usuario de corte más conservador.
Totalmente en línea con el diseño exterior, el interior del Kia Sportage tampoco deja indiferente a nadie. Presidiendo el salpicadero llama poderosamente la atención una gran pantalla panorámica curvada que en realidad agrupa dos pantallas de 12,3 pulgadas, una a continuación de la otra. La posicionada frente al conductor oficia de cuadro de instrumentos, mientras a su derecha va la del sistema multimedia, que es táctil.
Debajo se ubica una pantalla alargada que sirve para operar a discreción del conductor el climatizador o algunas funciones del sistema multimedia. El conjunto transmite una gran sensación de sofisticación que se funde con la sensación de calidad general que irradia el habitáculo. Un habitáculo muy espacioso que además cuenta con uno de los maleros más capaces de su categoría, con un volumen comprendido entre 526 l y 591 l (en función de la versión) que puede estirarse hasta los 1.780 l al abatir el asiento trasero.
Apuesta por la electrificación
Al erigirse en uno de los bastiones o pilares en el proceso de electrificación de Kia, el Sportage ofrece al usuario una amplia gama de motorizaciones que contemplan todo tipo de propulsión a excepción de la cien por cien eléctrica. A este respecto oferta modelos de gasolina, diésel, híbrido (HEV) híbrido enchufable (PHEV) e hibridación ligera (MHEV) que pueden combinarse con dos cajas de cambio manuales de 6 velocidades, una de ellas de tipo inteligente (iMT), o bien dos cajas automáticas: de convertidor de par con 6 velocidades o de doble embrague con 7 relaciones. Como buen todocamino y en línea con la variada oferta mecánica que brinda no podían faltar en su hoja de ruta la posibilidad de escoger entre tracción delantera (4x2) o tracción integral (4x4). Para los entusiastas de las motorizaciones térmicas convencionales ofrece dos versiones, la 1.6 T-GDI (150 CV) con motor de gasolina de cuatro cilindros en línea y 1,6 litros de cilindrada dotada con inyección directa y turbocompresor y la 1.6 CRDi diésel (115 CV). Ambas cuentan con tracción delantera y cambio manual de 6 velocidades.
El siguiente paso lo constituye la llamada hibridación ligera o suave (MHEV) de 48 V cuyo motor eléctrico no puede mover el vehículo, sirviendo únicamente de apoyo al térmico en aceleración así como de motor de arranque y de alternador en las fases de deceleración. Hay tres variantes MHEV, dos de gasolina y una diésel. En gasolina se ofrece la 1.6 T-GDI MHEV con dos escalones de potencia, 150 CV y 180 CV, mientras en diésel está disponible la 1.6 CRDi MHEV (136 CV). La versión de gasolina de 150 CV solo se vende con tracción delantera (4x2), sin embargo puede pedirse con el cambio manual inteligente de 6 marchas (iMT) o con el cambio automático de doble embrague (DCT) de 7 relaciones. Por lo que respecta a la versión de gasolina más potente, la de 180 CV, va ligada exclusivamente a la tracción integral (4x4) y al cambio automático DCT. En cuanto al diésel la flexibilidad es total, puesto que se ofrece tanto con tracción delantera (4x2) como integral (4x4) así como con cambio manual iMT o automático DCT.
Pero donde más voltios hay dentro de la gama Kia Sportage es en los modelos híbridos, también los más potentes. El híbrido 1.6 HEV combina el motor de gasolina 1.6 T-GDI de 180 CV con un electromotor de 60 CV para proporcionar una potencia conjunta de 230 CV. Su batería tiene una capacidad de 1,49 kWh. Cierra la oferta el Kia Sportage híbrido enchufable 1.6 PHEV (265 CV) cuyo sistema de propulsión incluye el motor de gasolina 1.6 T-GDI (180 CV) y un motor eléctrico de 91 CV. Monta una batería de 13,8 kWh y tiene 70 km de autonomía eléctrica en ciclo WLTP. Estos dos modelos híbridos equipan en exclusiva el cambio automático de convertidor de par de 6 marchas.
Con respecto a las etiquetas ambientales de la DGT, tanto las versiones de gasolina como diésel incorporan la etiqueta C. Los modelos dotados con hibridación ligera (MHEV) e híbridos (HEV) portan la etiqueta ECO, mientras a las variantes híbridas enchufables (PHEV) les corresponde la 0 emisiones.
Generoso equipamiento tecnológico
Si abundante es la oferta de propulsores, tampoco resulta pobre el número de niveles de acabado al alcance del comprador, que puede escoger entre cuatro: Concept, Drive, Tech y GT-line. Destaca el GT-line por su frontal específico, el cubre cárter, la carrocería bicolor con el techo en negro, el paragolpes específico en el color de la carrocería, la protección trasera en plata, etc.; mientras en el interior cabe apuntar, el diseño GT-line del volante, el logo GT-line en la tapicería de cuero, los pedales deportivos o el revestimiento del techo en negro. En el apartado del equipamiento no se ha escatimado, y como muestra señalar que el nivel de acabado de acceso (Concept) incluye de serie: freno de estacionamiento eléctrico, airbag central delantero, sistema de mantenimiento de carril, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, sistema de detección de fatiga del conductor, retrovisores calefactados y plegables, faros y luces diurnas de led, pantalla multimedia de 8 pulgadas, climatizador bizona, cámara trasera, etc. Los precios abarcan una horquilla que parte de 32.975 euros hasta 55.945 euros.
Hablando de tecnología, el Kia Sportage va muy bien servido. Los sistemas ADAS de ayuda a la conducción introducen interesantes novedades. Cabe señalar el sistema para evitar colisiones, incluso en cruces, el sistema de asistencia a la conducción en autopista, el control de crucero inteligente basado en la navegación con control de las curvas, el asistente de aparcamiento remoto que permite aparcar desde el exterior del vehículo o el nuevo sistema para evitar colisiones en ángulo muerto. Este dispositivo se complementa con el monitor de ángulo muerto que muestra en la instrumentación una imagen de la parte trasera y lateral del vehículo al accionar el intermitente.
Dinámicamente el Kia Sportage es un coche muy cómodo, con un rodar suave y aplomado que también digiere muy bien los tramos con abundantes curvas. Un dinamismo que sube puntos con la suspensión controlada electrónicamente (ECS) al añadir un plus de confort y seguridad. Esta suspensión controla continuamente la amortiguación, reaccionando rápidamente a los movimientos de la carrocería y de la dirección con el objeto de contrarrestar en las curvas tanto el cabeceo como el balanceo de la carrocería. Asimismo adapta el tarado de los amortiguadores para salvar suavemente los obstáculos, reduciendo los rebotes.