El Estado Islámico podría preparar un atentado de envergadura para celebrar el décimo aniversario de su creación
El Estado Islámico (Daesh, Isis) podría estar preparando un atentado de envergadura en occidente para conmemorar el décimo aniversario desde su fundación por el cabecilla terrorista Abu Bark Bagdadi. En las dos últimas semanas, su franquicia más peligrosa, el ISPK (Afganistan y Pakistán), que ha protagonizado ataques este mismo año en Irán y Rusia, entre otros países y cuyos yihadistas han sido detectados incluso en Estados Unidos, viene publicando, a través de su fundación Al Azaim, una serie de carteles en los que hace referencia a la década de existencia de Isis.
En junio de 2014, con motivo del comienzo del mes del Ramadan, el que fuera portavoz de Dáesh, Abu Mohamed al-Adnani, declaró que la intención del grupo de crear un califato que se extendiera por todo el mundo musulmán, al tiempo que nombraba a Bagdadi su máxima autoridad, autoproclamado «Ibrahim, imán y califa de todos los musulmanes». La proclamación del califato atrajo a yihadistas árabes y a magrebíes residentes en Europa, llegando a contar con entre 50 000 y 420 000 hombres en sus filas.
Una década después de que el grupo islamista Estado Islámico declaró la creación de su califato en amplias partes de Irak y Siria, los extremistas ya no controlan ningún territorio, han perdido muchos principales cabecillas, pero han logrado, mediante una estrategia de división de esfuerzos a través de wilayas (provincias) convertirse en uno de los mayores peligros con los que se enfrenta occidente.
Erróneamente, cuando cayó en 2019 Bagouz, el último bastión del Estado Islámico, algunos líderes políticos proclamaron su derrota total. Los hechos han venido a demostrar lo contrario y que, pese a las proclamas del momento, nos hallamos ante un peligro creciente con una gran capacidad de influencia a través de las redes sociales, menores incluidos.
El ISPK se ha convertido en la rama más peligrosa y, como ocurriera en tiempos del “califato”, cuenta con un departamento de “acciones exteriores”. Son ya numerosas las ocasiones en que sus yihadistas han sido detectados en Europa.
Los talibanes y sus aliados de Al Qaeda se han demostrado absolutamente ineficaces para acabar con esta franquicia de Isis que, cada día que pasa, se convierte en un problema al que no saben cómo poner fin. Con todo, la proyección exterior del ISPK preocupa en Occidente y, además, sirve como ejemplo en el que se miran las otras wilayas más activas, en especial las de África.