Nandayure vive entre la tranquilidad y la amenaza del narcotráfico
Nandayure es el segundo cantón de Guanacaste con menos homicidios y uno de los de menos inseguridad en el país. Sus playas exhuberantes aún no están tan desarrolladas como las de Liberia y Santa Cruz, pero la amenaza del crimen organizado ya está al acecho.
En los últimos 14 años, el cantón de Nandayure, en Guanacaste, solo ha registrado seis homicidios.
Entre el 2010 y el 2018, el territorio no tuvo un solo caso. Esa racha se interrumpió el 27 de enero del 2019, cuando un reo con libertad condicional murió asfixiado en su casa después de que ladrones, durante un asalto, le amarraran varias gasas plásticas en el cuello.
Los hechos ocurrieron en San Pedro de Zapotal y el fallecido fue identificado como Michael Raúl Campos Mejicano, de 36 años.
Los otros cuatro asesinatos de ese año en Nandayure se registraron el 1.° de setiembre, cuando la policía persiguió un carro cuyos ocupantes eran sospechosos de narcotráfico y, tras un tiroteo, los cuatro sujetos murieron a manos de las autoridades. Se sospecha que estaban relacionados con el accidente de una avioneta en una pista clandestina. Como consecuencia de ese siniestro, murieron los dos ocupantes de la aeronave.
A partir del 2019, no hubo más homicidios hasta que, pocas horas antes de finalizar el 2023, un hombre de unos 33 años falleció en el distrito de San Pablo. Por razones desconocidas, un individuo se le aproximó y le disparó múltiples veces en la cabeza y le provocó la muerte en el lugar.
Cultura de paz
Para Teddy Zúñiga, alcalde de Nandayure, en medio de la violencia que afronta la provincia, el hecho de ser uno de los cantones más pacíficos de Guanacaste y de todo el país resulta gratificante. Lo atribuye a una cultura de paz de los habitantes y a la familiaridad entre ellos.
“Hay un elemento social que hemos heredado, y tenemos gente trabajadora y honesta”, dijo.
Añadió que una de las debilidades de Nandayure es el poco dinamismo de la economía, basada en la agricultura y la ganadería. Sin embargo, al carecer de grandes complejos hoteleros que suelen traer desarrollo, se evita la llegada de agentes que a veces están vinculados con actividades ilícitas y aumentan la inseguridad.
El gobernante local recordó que lugares cercanos que antes eran pacíficos, como Tamarindo de Santa Cruz, dejaron de serlo debido a la expansión comercial y turística.
La localización geográfica hace de Nandayure un lugar de paso sin mayor incursión de gente de otras zonas con actividades ilícitas. El cantón tiene 24 kilómetros de costa con nueve playas, como Islita, Coyote, Corozalito y Camaronal.
Islita tiene un desarrollo turístico importante, pero el resto son de perfil bajo, por lo que todavía se cataloga como un cantón muy seguro. Zúñiga admitió que la zona costera se desarrollará a futuro y deberán estar alertas para no perder un valor intangible tan importante como la seguridad.
Para Elder Monge, director regional de la Fuerza Pública, en Nandayure los homicidios están controlados, pero mantienen los allanamientos porque las estructuras criminales, en su mayoría del narco, usan el cantón para hospedarse y desde ahí trasladarse a las zonas de más venta.
Agregó que buscan pasar desapercibidos al vivir en una comunidad de baja incidencia, donde las autoridades policiales no tienen un foco de atención tan fuerte. Sin embargo, recientemente se han detectado y detenido personas ligadas a estructuras con integrantes que residen en esa zona.
Este año, Nandayure no ha tenido homicidios, pero es evidente la presencia de organizaciones criminales, como la relacionada con la exportación de drogas en pistas clandestinas. Esta organización involucró al gerente de seguridad del hotel Punta Islita, quien utilizaba la pista de aterrizaje para actividades ilícitas, y a un jefe de la Fuerza Pública de Nandayure, de apellido Concepción, detenido a inicios de julio por el caso llamado Coraza.
Según el alcalde, toda zona costera es vulnerable, máxime cuando la delegación policial, con solo dos oficiales, se torna insignificante ante la arremetida de organizaciones criminales.
Zúñiga detalló que el distrito costero de Bejuco es el más grande y el que tiene más pistas clandestinas de aterrizaje en Guanacaste, lo cual representa una entrada para el narcotráfico, por lo que urge retomar los operativos y tener al menos una delegación adicional de la Fuerza Pública.
El objetivo del alcalde es coordinar con el Ministerio de Seguridad Pública para fortalecer la vigilancia y mantener la seguridad y la convivencia social entre las 12.000 personas que viven en los seis distritos, de los cuales Bejuco ocupa el 40% del cantón.
