Elecciones presidenciales 2024 en Venezuela: ¿Por qué son tan importantes para el mundo?
El futuro de Venezuela está en juego. Los votantes decidirán el domingo si reeligen al presidente Nicolás Maduro, cuyos 11 años en el poder se han visto marcados por las crisis, o si le dan a la oposición la oportunidad de cumplir su promesa de revertir las políticas del partido gobernante que causaron un colapso económico y obligaron a millones de personas a emigrar.
Los partidos de una oposición tradicionalmente dividida han cerrado filas con un único candidato, lo que plantea al Partido Socialista Unido de Venezuela su mayor desafío en elecciones presidenciales en décadas.
Maduro se enfrenta al exdiplomático Edmundo González Urrutia, que representa a la reavivada oposición, y a otros ocho candidatos. Los partidarios de Maduro y González celebraron el jueves el cierre de campaña oficial con enormes manifestaciones en la capital, Caracas.
¿Por qué son importantes las elecciones 2024 en Venezuela?
He aquí algunas razones por las que las elecciones venezolanas son importantes para el mundo:
Impacto en la migración
Las elecciones afectarán los flujos migratorios independientemente del ganador.
La inestabilidad que vive Venezuela desde hace una década ha empujado a más de 7.7 millones de personas a emigrar, lo que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) califica como el mayor éxodo de la historia reciente de América Latina. La mayoría de los emigrantes venezolanos se han asentado en otros países de América Latina y el Caribe, pero cada vez más de ellos posan sus ojos en Estados Unidos.
Una encuesta nacional realizada en abril por la firma encuestadora Delphos, con sede en Venezuela, indica que alrededor de una cuarta parte de los venezolanos pensaba en emigrar si Maduro volvía a ganar. De ellos, alrededor del 47 por ciento dijo que una victoria de la oposición les haría quedarse, pero aproximadamente el mismo porcentaje indicó que una mejora de la economía los mantendría en su país de origen. La encuesta tenía un margen de error de más/menos 2 puntos porcentuales.
La principal candidata de la oposición no figura en las boletas
El nombre más sonado durante la campaña no figuraba en la boleta: María Corina Machado. La exlegisladora se convirtió en estrella de la oposición en 2023 y llenó el vacío que dejó el exilio de una generación anterior de líderes opositores. Sus críticas a la mala gestión y la corrupción del gobierno movilizaron a millones de venezolanos para que votaran por ella en las primarias de la oposición en octubre.
Pero el gobierno de Maduro declaró ilegales las primarias y abrió investigaciones penales contra algunos de sus organizadores. Desde entonces ha emitido órdenes de arresto para varios simpatizantes de Machado, ha detenido a varios miembros de su equipo, y la máxima corte del país respaldó la decisión de inhabilitar su candidatura.
Sin embargo, Machado ha seguido haciendo campaña en todo el país y convirtió su inhabilitación en un símbolo de la pérdida de derechos y humillaciones que muchos votantes han sentido durante más de una década.
Machado ha brindado su apoyo a Edmundo González Urrutia, un exembajador que nunca ha ejercido un cargo de elección popular, lo que ha ayudado a unificar a una oposición fragmentada.
Ambos hacen campaña juntos y prometen una reforma económica que haga regresar a los millones de venezolanos que han emigrado desde que Maduro llegó a la presidencia en 2013.
González comenzó su carrera diplomática como asesor del embajador venezolano en Estados Unidos a finales de la década de 1970. Estuvo destacado en Bélgica y El Salvador, y fue embajador de Caracas ante Argelia. Su último puesto fue como embajador en Argentina durante la presidencia de Hugo Chávez, que comenzó en 1999.
¿Por qué tiene problemas el actual presidente?
La popularidad de Maduro ha disminuido debido a una crisis económica provocada por un descenso en los precios del crudo, la corrupción y la mala gestión del gobierno.
Maduro aún puede contar con un grupo de fieles incondicionales, conocidos como chavistas, que incluyen a millones de funcionarios públicos y personas cuyos negocios o empleos dependen del Estado. Pero la capacidad de su partido de utilizar los programas sociales para conseguir votos ha menguado a medida que la economía se ha debilitado.
Es el heredero de Hugo Chávez, un popular líder socialista que amplió el estado de bienestar en Venezuela a la vez que chocaba con Estados Unidos.
Enfermo de cáncer, Chávez nombró a Maduro presidente interino a su muerte. El mandatario asumió el papel en marzo de 2013 y al mes siguiente ganó por un estrecho margen las elecciones presidenciales convocadas tras la muerte de su mentor.
Maduro fue reelegido en 2018 en unas elecciones ampliamente consideradas como una farsa. Su gobierno vetó a los políticos y partidos opositores más populares y, al carecer de igualdad de condiciones, la oposición instó a los votantes a boicotear los comicios.
Esa tendencia autoritaria fue parte del argumento de Estados Unidos para imponer sanciones económicas que paralizaron la crucial industria petrolera del país.
Una industria petrolera mal administrada
Venezuela posee las mayores reservas probadas de crudo del mundo, pero su producción disminuyó durante varios años, en parte debido a la mala gestión del gobierno y a la corrupción en la empresa petrolera estatal.
En abril, el gobierno de Venezuela anunció la detención de Tareck El Aissami, el otrora poderoso ministro de Petróleo y aliado de Maduro, por una presunta trama a través de la cual aparentemente desaparecieron cientos de millones de dólares en ingresos petroleros.
Ese mismo mes, el gobierno de Estados Unidos volvió a imponer sanciones al sector energético de Venezuela, después de que Maduro y sus aliados utilizaran el control total del partido gobernante sobre las instituciones venezolanas para socavar un acuerdo que permitiera la celebración de elecciones libres.
Entre otras acciones, impidieron que Machado se inscribiera como candidata presidencial y detuvieron y encausaron a miembros de su equipo.
Las sanciones prohíben a las empresas estadounidenses hacer negocios con la compañía estatal Petróleos de Venezuela S.A., más conocida por sus siglas PDVSA, sin autorización previa del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. El resultado de las elecciones podría decidir si se mantienen esas sanciones.
¿En qué condiciones se celebran las elecciones?
El año pasado parecía posible que se celebraran unas elecciones más libres y justas, cuando el gobierno de Maduro aceptó trabajar con la coalición Plataforma Unitaria, la cual tiene el respaldo de Estados Unidos, para mejorar las condiciones electorales. Un acuerdo sobre condiciones electorales le dio al gobierno un amplio alivio de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a sus sectores estatales de petróleo, gas y minería.
Pero unos días después, las autoridades dijeron que las primarias de la oposición eran ilegales y empezaron a emitir órdenes de arresto y a detener a defensores de los derechos humanos, periodistas y miembros de la oposición.
Un grupo de expertos respaldado por Naciones Unidas que investiga las violaciones de derechos humanos en Venezuela ha reportado un incremento de la represión del gobierno contra críticos y opositores antes de los comicios, con la que ha sometido a sus objetivos a detención, vigilancia, amenazas, campañas de difamación y procesos penales arbitrarios.
El gobierno también ha utilizado su control sobre medios de comunicación, la red eléctrica del país y otra infraestructura para limitar el alcance de la campaña de Machado-González.
Las crecientes medidas contra la oposición hicieron que el gobierno de Biden reinstaurase este año las sanciones que había suspendido en octubre de 2023.