Noruega alerta sobre la ciudad española reconvertida en "un imán para ladrones"
España se ha convertido en el paraíso de muchos turistas del norte de Europa, como los noruegos, que en verano buscan sol y calor para disfrutar de sus vacaciones. Sin embargo, ese periodo de descanso puede tornarse en pesadilla, y desde Noruega ya advierten a sus compatriotas de que vigilen sus objetos de valor cuando viajen al extranjero, especialmente si visitan estas tres ciudades: Barcelona, Roma y París.
Para el experto en turismo Odd Roar Lange, los noruegos ‘pecan’ de llevar consigo grandes cantidades de objetos de valor cuando se van de vacaciones al extranjero. Esto los convierte en un auténtico «imán para los ladrones», recoge el medio noruego NRK.
«Cuando nos vamos de vacaciones al extranjero, llevamos demasiadas cosas en la maleta. Hay muchos noruegos que cuando están fuera parecen un cajero automático ambulante«, ha valorado Lange.
Los teléfonos móviles, relojes caros y joyas se encuentran entre los objetos de valor que más desaparecen al viajar. El año pasado, la industria de seguros noruega informó de un total de 131.000 reclamaciones por valor de 438 millones de coronas —36,6 millones de euros, al cambio— como resultado de robo o pérdida de equipaje, según cifras de Finance Norway.
Sigmund Clementz, jefe de prensa de If European Travel Insurance, coincide al señalar que el robo es una de las reclamaciones más comunes que reciben en el seguro de viaje, y suele ocurrir en grandes ciudades, así como en destinos de playa.
Por su parte, la compañía de seguros noruega Gjensidige ha advertido de que, solo en estos meses de verano, ya han recibido denuncias de varios casos de robos y hurtos por parte de noruegos que estaban de vacaciones en el extranjero.
Arne Voll, director de comunicación de Gjensidige, ha indicado que la mayoría de estos robos han tenido lugar en Barcelona, Roma y París. «La mayoría de los robos ocurren en lugares públicos donde hay mucha aglomeración. Por lo tanto, tened mucho cuidado en los autobuses, las estaciones de tren, los mercados y cuando visitéis restaurantes y cafeterías», aconseja Voll.