La Junta apura los últimos trámites para adjudicar la obra de La Colada en Córdoba

Las aguas de marzo que llenaron, prácticamente , en diez días Sierra Boyera traen la calma de estos días frente a la obra que debe terminar el plan para garantizar el suministro de agua en el Norte de Córdoba . Porque si no hubiera llovido en esa magnitud, puede que los tambores de guerra sonaran más ruidosos ante la emergencia de una red de abastecimiento completa para el embalse de La Colada , que se ha atascado en el proceloso camino de la contratación pública. La Dirección General de Infraestructuras del Agua de la Consejería de Agricultura y Pesca está apurando los últimos trámites para adjudicar una obra valorada en 11,1 millones de euros y que tiene un plazo de ejecución de 15 meses. El pasado 5 de julio se produjo la última reunión de la mesa de contratación -última constancia oficial de un proceso que arrancó en noviembre de 2023- que anda con treinta ofertas empresariales sobre el tapete, pero con la problemática habitual en los concursos de propuestas de baja temeraria , que aún han sido más cribadas con la nueva legislación. La misma que obliga a darles un plazo de unos pocos días -ya expirado- para justificar o aclarar por qué han tirado del presupuesto hacia abajo o por qué son capaces de hacer una obra de esta envergadura. El tope de esa baja está en el 18% del presupuesto de licitación sin impuestos (7,6 millones). Hay cuatro ofertas en esa situación de cuatro uniones temporales de empresas . Según las fuentes oficiales de la Consejería consultadas por ABC, se espera que todo esté resuelto «en unos días», toda vez que se pase este trámite obligado. Teniendo presente la llegada del mes de agosto y si las previsiones más optimistas pasan porque se quede adjudicado en esos «días», la formalización del contrato y entrega de toda la documentación correspondiente llevaría a septiembre como fecha en la podrían arrancar las obras -no es descartable octubre-. Con esos quince meses de plazo, el horizonte plausible sería finales de 2025. Un horizonte que con otro escenario de sequía y disponibilidad de recursos habría tensionado muy mucho las cosas entre PSOE y PP, entre la Junta de Andalucía y los alcaldes socialistas de las comarcas de Los Pedroches y El Guadiato . Con los niveles que presenta Sierra Boyera ahora mismo, en el 64 por ciento de su capacidad, hay agua para dos años, justo el tiempo que permitiría arbitrar la solución de La Colada , que ahora mismo está al 77,5 por ciento pero con la dificultad que contrae un embalse que no ha movido sus aguas por la falta de esa red de salida, donde hasta el baño está prohibido y que arrastra aún los niveles de carbono orgánico total (COT) que hizo que la Consejería de Salud echara par atrás el consumo doméstico pese a la solución de emergencia y bombeo de agua a Sierra Boyera del Ejecutivo -que ahora le pasa la factura a la Diputación de Córdoba- . En ese tiempo de dos años, y con una estrepitosa falta de precipitaciones , habría tiempo más que suficiente para cerrar un círculo más estable para el Norte de Córdoba. Aunque el caso de La Colada es la historia de un desastre más: un pantano para el que se adjudicaron unas obras a finales de 2006, comenzaron en octubre de 2007 y se paralizaron justo un año después. Una década sin que el PSOE retomara el paso, el Gobierno andaluz, pero con el PP en San Telmo , saca del cajón un proyecto que ha tardado casi cinco años en poner en liza, desempolvando los pliegos y medidas, declarando de interés general la misma y articulando unos trabajos complejos para llegar al punto en el que estamos. Hidroguadiana (hoy Acuaes) halló divergencias técnicas en el proyecto y la ejecución que se inició del mismo por la adjudicataria entonces (la UTE formada por las empresas FCC, Detea y Asfaltos y Construcciones Alba SA) que le llevaron a parar aquella obra en 2008. Unas divergencias que son ahora las que se van a subsanar para rematar una conexión con la red de abastecimiento para todos los municipios de la zona que está, en líneas generales, casi al 94%, según la auditoría que llegó a realizar Emproacsa , y que forman el grueso de los trabajos que ahora se van a acometer. Según esta misma auditoría, a la que ha tenido acceso ABC, la conducción de impulsión estaría ejecutada al 94%, la conducción de gravedad desde los depósitos del Cuartanero hasta la derivación al depósito de Espiel estaría ejecutada totalmente, mientras que la conducción por gravedad DN 500 mm hasta la ETAP de Sierra Boyera estaría también en un grado de ejecución cercano al 95%, incluyendo la conexión con la propia estación potabilizadora. El objeto del contrato incluye, pues, concluir los tramos de aspiración e impulsión, la estación de bombeo , la arqueta para la conexión existente y la de emergencia, el camino de acceso a la estación y las obras de suministro eléctrico. Además, se revisarán las conducciones que ya hay, pasados casi 17 años, y los depósitos que ni siquiera llegaron a ponerse en marcha o los sistemas de bombeo. En el momento de la licitación en noviembre pasado, los pliegos advertían ya que la intervención no se podrá dividir en lotes. «El correcto solape de los tajos durante su ejecución y el conocimiento y coordinación de los trabajos debe ser muy exhaustivo durante la excavación, estructuras, montaje de calderería, montaje de equipos, etc., cuestión que podría verse imposibilitada por su división en lotes». Además se fijaron una serie de «tareas críticas» que no deben ser objeto de subcontratación y que tendrán que ser ejecutadas por el contratista principal. La Colada fue concebida como respuesta a la tremenda sequía de 1995 que puso en una situación muy crítica al Norte. Entonces se puso en marcha un enlace provisional entre Puente Nuevo y Sierra Boyera como remedio a unas carencias que este embalse de 58 hectómetros solventaría. La falta de la red secundaria de abastecimiento ha provocado que desde su inauguración en 2006 sea una especie de 'charca' en la que el agua no tiene flujos de recirculación y su calidad es más que cuestionable. Los esfuerzos de la Diputación desde mediados de 2023 buscan mejorar las prestaciones de la planta potabilizadora de Sierra Boyera y el proyecto de ampliación con el que ya se trabaja pretenden crear un gran vaso de capacidad y medios para filtrar a todas las comarcas un agua de calidad que hasta ahora ha brillado por su ausencia.