Ray Zapata (31 años) buscará el sábado (15.30 horas) su segunda medalla olímpica tras la plata obtenida en Tokio’20, en la final de suelo, su aparato fetiche y en el que, al igual que la superdiva
Simone Biles, tiene dos movimientos acuñados con su nombre, el Zapata 1 y el Zapata 2. El hispanodominicano tiene, además, la oportunidad de vengar una afrenta que aún hoy le duele, porque aquella plata de Tokio no fue un oro por un mero formalismo: obtuvo la misma nota que el israelí de origen ucraniano
Artem Dolgopyat, pero éste subió al primer peldaño del podio porque su ejercicio tenía un mayor nivel de dificultad. Ambos están en la nómina de ocho finalistas en el Palais Omnisports de Bercy.
Seguir leyendo...