Acabamos de dar la bienvenida a agosto y con ella el verano continúa un mes más. Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha pronosticado una bajada puntual de las temperaturas en nuestro país, dejando atrás la intensa ola de calor que ha azotado durante el mes de julio, las altas temperaturas van a continuar presentes pasados estos pocos días. Esto supone que en muchos puntos de España nos enfrentemos a termómetros por encima de los 40 grados, en ocasiones incluso llegando a superar los 45 , y a tener noches tropicales de más de 30 grados, en las que conciliar el sueño se vuelve una tarea casi impoisble. Buscando la forma de hacer frente al intenso calor, los métodos más habituales en los hogares españoles pasan por utilizar aires acondicionados o ventiladores . Los primeros son los más eficaces, ya que pueden lograr bajar las temperaturas de una habitación en poco tiempo. Sin embargo, usar este electrodoméstico sin medida y sin precaución puede hacer que tengamos varios problemas. Uno de ellos puede ser que nos enfriemos demasiado si lo tenemos encendidos mientras dormimos, provocando malestar en las vías respiratorias e incluso a nivel muscular. Otro de los problemas es el que tiene que ver con el consumo de energía. Y es que el uso habitual y prolongado de los aires acondicionados puede hacer que veamos incrementada notablemente la factura de electricidad que nos cobran periódicamente. No obstante, si hacemos un uso responsable e inteligente de este aparato, ese encarecimiento de la factura se puede notar mucho menos, a continuación te contamos una manera fácil de hacerlo. Como sabemos, el aire acondicionado dsipone de diferentes programas y funciones , que nos ayudan a adaptar las temperaturas a las que lo queremos poner, o utilizar el temporizador para no tener que estar pendientes de apagar el aparato si nos quedamos dormidos. Así, hay un modo que pocas personas conocen y que puede hacer que ahorremos unos euros . Este no es tan 'agresivo' como poner el aire a temperaturas bajas y que se enfríe la estancia enseguida, por lo que tendremos que ser más pacientes, pero, a la larga, merecerá la pena. Esta es la función 'Dry' (seco, en español), y os permite reducir la humedad de la habitación donde se encuentre el aire acondicionado. Normalmente está representada en el mando del aparato por una ta de agua. Seleccionando este modo, no recomendado para territorios ya secos de por sí, reducimos la humedad del ambiente, ayudando a anular esa sensación de calor pegajoso y agobiante que se da, sobre todo, en las zonas de costa. Esto hace que sintamos menos de calor y que la sensación térmica sea más agradable, desterrando ese 'bochorno' tan molesto y, como ventaja adicional, el modo 'Dry' ayuda a que nuestros espacios estén libres de malos olores. Además, permite ahorrar energía ya que esta función ayuda a mejorar la eficiencia del aire acondicionado, no enfría en exceso las estancias pero ayuda a reducir la sensación de calor y, en comparación con el modo 'Cool', que sería su antítesis, este gasta menos .