La piscina de Sánchez en La Mareta pierde agua en una isla con emergencia por sequía
Pedro Sánchez se desplazará a la residencia de La Mareta en los próximos días. Permanecerá junto a su mujer, Begoña Gómez, y sus hijas, durante varias jornadas de este mes de agosto en la finca de Lanzarote, como en veranos anteriores. Allí se trabaja a contrarreloj estos días en el recinto para preparar la estancia de la familia.
El equipo de Sánchez, consciente de la situación de incertidumbre económica que vive España por las consecuencias de la guerra en Ucrania, ha diseñado un plan de descanso para que el presidente desconecte durante unas jornadas este mes de agosto, pero con unas directrices muy calculadas.
En La Moncloa se resisten a confirmar los días exactos de vacaciones del jefe del Ejecutivo, por temor al rechazo que pueda provocar en la opinión pública. Argumentan también que se quiere preservar la intimidad de la familia. Y aducen motivos de seguridad.
La segunda semana de agosto
Fuentes con acceso a La Moncloa dan por hecho que Sánchez se tomará unos días de vacaciones y que elegirá la residencia oficial de La Mareta, como en veranos pasados. Aunque tampoco se descarta que, al igual que el año pasado, cuando viajó a Marruecos, opte por desplazarse con su familia a un destino fuera de España antes de instalarse en Lanzarote.
Se trata de una información que ya manejan alcaldes socialistas de la isla, según ha confirmado a Confidencial Digital alguno de ellos. El mensaje que les ha llegado es que la intención de Sánchez es descansar junto con su familia a partir de la segunda semana de agosto, durante unos días, en la finca de La Mareta.
La residencia, propiedad de Patrimonio Nacional, había sido utilizada en el pasado por la Familia Real, pero en los últimos años la frecuentan los presidentes del Gobierno, como ocurrió con José Luis Rodríguez Zapatero, y ahora con Pedro Sánchez, que se desplaza a esa zona en verano, pero también a veces en las vacaciones de Navidad y Semana Santa.
Filtraciones en la piscina
Según ha podido saber Confidencial Digital, por fuentes conocedoras de la situación en la finca, la piscina privada del matrimonio Sánchez-Gómez en La Mareta pierde agua.
La incidencia se produce en una isla, Lanzarote, que se encuentra precisamente en un escenario de “emergencia hídrica” debido a la grave sequía. De hecho, los cortes en verano a la población civil debido a la afluencia de visitantes es uno de los argumentos que animan la turismofobia.
Según las mismas fuentes, se han realizado obras de urgencia durante varias semanas en las dos piscinas con las que cuenta el complejo, dirigidas a taponar las filtraciones, pero también a renovar el sistema de depuración que controla la dosis de cloro que lleva el agua.
Limpieza de jardines y playas
Las fuentes en la zona, a las que ha tenido acceso ECD, explican que se han llevado a cabo también labores de limpieza en el recinto de La Mareta, con vistas a la llegada del presidente y su familia en los próximos días. La mayoría de los operarios que realizan los trabajos pertenecen a la empresa pública Tragsa.
Una decena de personas se encargan de poner a punto la playa en la que se bañarán el matrimonio Sánchez y sus dos hijas. Se centran desde hace semanas en limpiar la arena y las rocas de ramas, algas y desechos marinos. También se trabaja en adecentar los jardines y los árboles de la residencia.
El trasiego de vehículos y personal es constante estos días en la entrada de la finca, donde se prevé una llegada discreta del presidente.
Muros más altos en La Mareta
La residencia de La Mareta ya fue sometida a una serie de trabajos para acondicionarla, con motivo de las primeras vacaciones de Pedro Sánchez en la isla canaria, que tuvieron lugar en las navidades de 2018. Este mes de agosto será el quinto verano que el presidente descanse en Lanzarote.
En 2020, tal y cómo se contó entonces en ECD, se elevaron los muros que delimitan la residencia y el jardín de la finca.
En concreto, se instalaron unas pantallas blancas y opacas, de unos dos metros de altura por encima de la valla, para lograr una mayor privacidad en el interior y evitar incursiones, miradas indiscretas y fotografías e imágenes de la prensa. En total, se consiguieron más de cuatro metros de muro.
Cerrada durante una década
La residencia propiedad de Patrimonio Nacional había estado cerrada al séquito presidencial durante prácticamente una década. El último en utilizar la vivienda donde la Familia Real solía pasar las navidades en los años noventa fue José Luis Rodríguez Zapatero.
Hasta Lanzarote se desplazaron entonces, durante varios veranos, un amplio equipo de asistentes, seguridad y servicio, para que el presidente Zapatero pudiera descansar durante sus vacaciones.
Se trata de un enclave que gustó especialmente a la familia Rodríguez Espinosa ya que, una vez que abandonaron La Moncloa, decidieron comprar una vivienda en la isla.
Poca vida social y actos públicos
Las fuentes conocedoras de la estrategia de Moncloa para el periodo vacacional revelan a ECD que uno de los principales consejos de los asesores de Pedro Sánchez ha sido reducir al máximo la vida social del presidente en actos públicos: evitar cualquier fiesta y sarao veraniego de perfil polémico.
Se busca que sea especialmente “discreto en el descanso” y, con ello, huir de fotografías. Hay “pánico” a instantáneas robadas por reporteros gráficos que pudieran resultar negativas para la imagen del presidente, más aún en la situación delicada que atraviesa el país. De ahí, por ejemplo, el refuerzo de la seguridad en La Mareta.
Así se justificará el hermetismo sobre la actividad diaria del presidente y su familia dentro de la finca. El plan contempla “pasar unos días alejado de las cámaras y los micrófonos”, sin apenas comparecencias públicas. Se ha decidido optar por el silencio y por marcar distancias.
En esta ocasión, en ese marco del ‘perfil bajo’ que se ha decidido dar al descanso del jefe del Ejecutivo, fuentes próximas a La Moncloa confirman a ECD que se ha descartado cualquier visita oficial a La Mareta.
20 días de descanso para los ministros
Está previsto que Sánchez se reincorpore a la actividad a mediados de agosto, tras casi tres semanas de vacaciones, ya que hasta el día 20 no tendrá lugar el primer Consejo de Ministros después del parón vacacional. El presidente ha dado alrededor de veinte días de descanso a los miembros del Gobierno.
Ese es el plan, al menos, con el que trabajan en los gabinetes de los ministros, según ha podido contrastar Confidencial Digital con varios de ellos.