Aparece un nuevo mural de Banksy en una pared al suroeste de Londres: ¿qué significa?

En una madrugada tranquila cerca del puente de Kew, una pequeña localidad al suroeste de Londres, apareció una pintura con la silueta de una cabra en una posición precaria sobre un delgado muro, con rocas cayendo a sus pies, una imagen que rápidamente captó la atención de los transeúntes que la vieron con los primeros rayos de sol. No era una figura cualquiera, sino una obra de Banksy , el enigmático y mundialmente famoso artista del grafiti. La confirmación llegó rápidamente cuando el mismo Banksy publicó la imagen en su página oficial de Instagram. El significado detrás de la más reciente contribución de Banksy a la escena artística de la capital británica seguramente será objeto de debates, como sucede con cada una de sus obras. La figura de la cabra en una posición tan peligrosa, con una cámara de CCTV apuntándole, invita a múltiples interpretaciones que los internautas ya empezaron a escribir en las redes sociales. Uno de ellos sugirió que «la cabra representa la raza humana en el precipicio, al borde de la extinción», mientras que otro apuntó que «la cámara de CCTV seguramente nos representa observando el mundo desmoronarse a nuestro alrededor». Este es el primer trabajo público de Banksy desde su polémica actuación en el festival de Glastonbury el pasado junio, donde una balsa de migrantes creada por el artista fue paseada sobre la multitud durante las actuaciones de la banda de punk indie Idles y el rapero Little Simz . La acción fue criticada por el entonces ministro del Interior, James Cleverly , quien la calificó como «vil» y añadió que fue una trivialización de los cruces en botes pequeños a través del Canal de la Mancha. Banksy respondió a estas críticas diciendo que la reacción del ministro fue «un poco exagerada» y explicó que lo realmente «vil e inaceptable» es que un barco de ayuda que él financió fuera detenido por las autoridades italianas después de haber rescatado a niños no acompañados en el mar, una muestra de cómo usa su arte como un medio de protesta y de activismo. En marzo, Banksy ya había dejado otra marca en el norte de Londres con un mural en Finsbury Park . La obra mostraba pintura verde esparcida en una pared detrás de un árbol sin hojas, lo que creaba la ilusión de follaje. La reputación internacional de Banksy como artista de espacios públicos es indiscutible, con obras icónicas en ciudades como Londres, Brighton o Bristol así como en Cisjordania. Sus coleccionistas incluyen a celebridades como Brad Pitt o Angelina Jolie y las exposiciones no autorizadas de sus obras siempre están llenas de fanáticos y curiosos. Esta vez, el artista, cuya identidad es desconocida, fue presuntamente grabado por las cámaras de seguridad en una grúa elevadora junto a otro hombre en Kew alrededor de las cinco de la mañana, aunque su rostro no se ve. Los empleados de Boss & Co, la empresa en cuyo edificio apareció la obra, se sorprendieron al llegar a trabajar. «Notamos la obra de arte a primera hora de la mañana y supusimos que debía ser un Banksy,» comentó uno de ellos. «Luego revisamos nuestras cámaras de seguridad y vimos a los dos hombres. Después movieron nuestra cámara y ya no pudimos verlos. Ocurrió alrededor de las cinco de la mañana y estuvieron allí por unos treinta minutos». A pesar de la atención recibida, con decenas de personas acercándose a ver la imagen, la empresa no planea remover la obra y está considerando protegerla con una lámina de un tipo de vidrio acrílico transparente y resistente. «En este momento no tenemos planes de removerla y estamos pensando en protegerla con algo de Perspex. Debe valer al menos 10.000 libras», anunciaron. Dos horas después de que Banksy publicara la pieza en su Instagram, un empleado fue visto moviendo la cámara a su posición original después de haber sido dirigida hacia las rocas caídas del mural. Banksy, cuyo verdadero nombre y rostro siguen siendo un misterio, aunque hay especulaciones al respecto, ha sido un provocador en el mundo del arte urbano desde que emergió en la década de 1990. Su trabajo no sólo adorna las calles, sino que también genera polémica sobre temas políticos, sociales o económicos.