Dos premios por la clásica lucha
París.— Aquí todavía se habla de la hazaña de Mijaín, pero pocas horas después de su pentacampeonato sucedió un hecho que dio a Cuba su primera medalla olímpica en la historia de la lucha femenina, una plata que vino recubierta de merengue.
Yusneylis Guzmán había caído el martes en la semifinal frente a la india Vinesh Vinesh, pero esta fue sancionada posteriormente por no cumplir con el peso exigido para su división (50 kg).
Así, la Chiqui, como le dicen a la gladiadora habanera que cumple años hoy, avanzó a la final contra la estadounidense Sarah Ann Hildrebant, bronce en Tokio y cuatro veces medallista mundial, aunque ningún oro.
No conforme con el «regalo» de la báscula, la luchadora de la Isla se fajó sin complejos ante la norteña, una adversaria de más linaje, y dejó una grata impresión, pese a ceder por 0-3.
«Cuando oficializaron la decisión de descalificar a la india y darme la oportunidad de discutir el oro sentí muchas emociones juntas, fue un choque fuerte», reveló a la prensa acreditada en los Juegos.
La medalla de plata de Yusneylis Guzmán es la primera de una luchadora cubana en Juegos Olímpicos. Foto: Roberto Morejón
«Sabía que la norteamericana era una rival difícil, pero salí a dar lo mejor, con garra e ímpetu, como me pidieron los entrenadores.
«No salió la victoria, aunque sí la busqué hasta el último momento».
De estos Juegos la Chiqui se lleva el orgullo de ser la primera medallista olímpica de la lucha femenina cubana y la certeza de que «no hay imposibles».
«Casi no me lo creo», dijo, como quien aún no sabe la cabal dimensión de su resultado, pero sí va a celebrar hoy un cumpleaños muy diferente, con un cake de plata en medio del pecho.
En la propia cartelera Gabriel Rosillo (97 kg) consiguió la presea de bronce al imponerse por 2-0 al uzbeco Rustam Assakalov.
Rosillo solo cayó en semifinales con el armenio Artur Aleksanyan, a quien había doblegado en la final del campeonato del mundo de 2023.
Ahora tomó desquite en un combate que estuvo parejo, pero el europeo resolvió por 5-3, en lo que muchos calificaron aquí de final adelantada.
El gladiador cubano mejoró el noveno puesto de Tokio 2020, pero quedó debiendo a su sueño dorado en unos Juegos Olímpicos.
«Estoy contento con el bronce, aunque necesito seguir mejorando y preparándome para ir por el título en la próxima olimpiada», comentó a su paso por la zona mixta el luchador de 25 años de edad.
Gabriel Rosillo conquistó otra presea de bronce para la delegación cubana. Foto: Roberto Morejón
En definitiva, Aleksanyan fue víctima del iraní Mohammadhadi Saravi en el combate por el oro (4-1).
Mientras, Luis Alberto Orta (67 kg) no pudo en cuartos de final con el iraní Saeid Esmaeili, quien por suerte lo arrastró a repesca y el muchacho del barrio de La Güinera, en la capital cubana, buscará este jueves seguir con vida en el camino hacia uno de los metales bronceados.