Un reconocido experto británico en cocodrilos ha admitido haber abusado sexualmente de docenas de perros, por ello ha sido condenado a 10 años y cinco meses de prisión en Australia . El criminal es Adam Britton, 53 años, un destacado zoólogo que ha trabajado en muchas producciones de medios como la BBC o National Geographic . Durante el juicio se ha declarado culpable de 56 cargos de crueldad animal, además también ha admitido cuatro cargos de acceso a material de abuso infantil, según ha informado la BBC. Britton se filmó a sí mismo torturando a los animales hasta que casi todos murieron, después compartió los vídeos bajo un seudónimo. Durante años, sus abusos pasaron desapercibidos pero, al final las autoridades australianas encontraron una vista en uno de sus videos. El experto fue arrestado en abril de 2022, después de un registro en su propiedad rural en Darwin. Ahí también se encontró material de abuso infantil en su ordenador. El presidente del Tribunal Supremo, Michael Grand , advirtió a la sala que los detalles de los crímenes de Britton son demasiado «grotescos» y podría causar a los presenten un «shock nervioso». Mientras se leían los delitos cometidos por Britton, algunos miembros de la sala salieron corriendo o exclamaban por el horror. Según el juez Grant, con la descripción detallada de los asesinatos de 39 perros, entre ellos nueve cachorros, podía afirmar que su infractor obtenía «placer» al torturarlos y es algo «enfermizo». Grant aseguró que su depravación queda totalmente «fuera de cualquier concepción humana ordinaria» . Asimismo, alegó que «la sociedad considera la violencia y la crueldad hacia los animales como un crimen abominable contra víctimas inocentes e impotentes. Existe un rechazo y una condena legítimos». Mientras tanto, ante estas palabras, Britton permaneció en el banquillo de los acusados sin reaccionar. Su abogado argumentó en su defensa que los delitos que había cometido estaban motivados por un trastorno poco común que provocaba intereses sexuales intensos y atípicos. Sin embargo, dos psiquiatras aseguraron durante el juicio que, aunque tiene un trastorno de parafilia, era plenamente consciente de sus actos, explicaba 'The Guardian'. Durante el juicio, Britton leyó una carta donde se disculpaba de todos sus «crímenes desagradables». Además, lamentaba «el dolor y el trauma» que había causado tanto en los animales, como en su familia y amigos. Añadiendo que su entorno no estaba al corriente de sus acciones y afirma que «buscará un tratamiento a largo plazo y un camino hacia la redención». Según la sentencia, este británico saldrá de prisión con libertad condicional en septiembre de 2028 y tendrá prohibido poseer mamíferos por el resto de su vida. Britton nació en West Yorkshire , Reino Unido, pero se mudo hace más de 20 años a Australia para trabajar con cocodrilos. Tiene un doctorado en zoología y, aunque sus vecinos aseguran que parecía ser un defensor de los animales, albergaba un «interés sexual sádico» por ellos, según los documentos judiciales que ha obtenido la BBC. En las conversaciones en chats en línea con otros usuarios aseguraba que empezó a abusar de caballos a los 13 años . En uno de los mensajes entregado al tribunal escribió: «De niño era sádico con los animales, pero lo había reprimido. En los últimos años lo volví a dejar salir y ahora no puedo parar. No quiero hacerlo». Aunque, también aseguraba que tenía límites, como sus propios perros: «Mis mascotas son familia». Sin embargo, en un chat de Telegram aseguraba que, solo maltrataba a otros perros: «No tengo ningún vínculo emocional con ellos, son juguetes puros y duros . Y hay muchos más de donde vinieron». La BBC tuvo acceso a los documentos judiciales donde se explicaban cómo fue la detención. Britton utilizaba el mercado en línea Gumtree Australia para encontrar a sus víctimas. Muchas personas entablan una 'relación' con él para que cuidase de sus mascotas, cuando estás preguntaban por ellas, Britton enseñaba fotos antiguas o se inventaba cualquier excusa. Abusaba de los animales en un contenedor de transporte al que llamaba «su sala de tortura». Para deshacerse de los cadáveres, Britton utilizaba a sus ocho cocodrilos de su finca en Darwin, se los daba de comer. Además, este criminal también se dedicaba a enseñar a otros usuarios de la red a copiar su comportamiento y deshacerse de las pruebas. La policía pudo atraparlo por una denuncia anónima que mostraba un vídeo en de él torturando a ocho perros, siete de ellos cachorros. Britton hacía todo lo posible para que no le identificarán, pero en ese vídeo se podía ver que en una de las correas era de la ciudad de Darwin. En pocas semanas, abril de 2022, la policía irrumpió en la propiedad y le arrestó. Britton ha permanecido bajo custodia desde entonces.