Francia dio una gran sorpresa en el baloncesto masculino de los Juegos Olímpicos
Aguerrida y solidaria, Francia batió con suspenso 73-69 a la campeona mundial Alemania, en semifinales del torneo olímpico de baloncesto masculino, este jueves en París, por lo que asegura la plata que logró hace tres años en Tokio y espera en la final del sábado al ganador del Estados Unidos-Serbia.
La anfitriona olímpica estuvo liderada de nuevo por sus héroes de cuartos (82-73 a Canadá), Guerschon Yabusele (17 puntos y 7 rebotes) e Isaia Cordinier (16) en un ejercicio de supervivencia defensiva en el que consiguió limitar la anotación de Franz Wagner, solo 10 puntos tras promediar 20,8 en los cuatro primeros partidos.
Destacó en la campeona del mundo su base Dennis Schroder, 18 puntos, insuficientes para batir a un equipo francés cuya motivación y compromiso defensivo desequilibraron la balanza.
Alemania comparecía en su primera semifinal olímpica convertida en una máquina bien engrasada, invicta desde que cayera en las semifinales del Eurobasket 2022, un periplo victorioso que le ha servido para ser la sorprendente campeona del mundo en 2023.
El piloto automático le bastó para situarse 12-2, con un Franz Wagner pleno de confianza, capaz de desafiar a Victor Wembanyama y ganarle la partida en el uno contra uno cerca del aro.
A Francia le tocaba remar a contracorriente. Impresionante en defensa, fue consiguiendo limitar el acierto alemán. Lejos de la excelencia en ataque, arañó puntos para irse al descanso con empate (33-33). Por primera vez no iba perdiendo.
Reanudado el duelo, un triple de su capitán Nico Batum le dio la primera ventaja en el partido (36-33), en un tramo en el que apareció el ‘Oso bailarín’ Yabusele, con nueve puntos consecutivos que incendiaron el Bercy Arena.
A partir de aquí Francia fue un cohete, por fin encontró el aro con facilidad, y Alemania se hundió en su entramado defensivo.
A la sétima Wembanyama acertó con un triple para situar a su equipo con ocho de ventaja. El fenómeno de 2,24 volvió a carecer de puntería (4/17 en tiros de campo), pero se las apañó para ser fundamental -siete rebotes y tres tapones- ante la orgullosa mirada de su técnico en los San Antonio Spurs, el mítico Gregg Popovich, presente en las gradas.
Cuando Bercy celebraba ya el triunfo, Alemania consiguió meterse en el duelo con un triple de Franz Wagner que dejaba a su equipo a dos puntos a falta de 38 segundos.