Lo tenía todo preparado para ser la gran estrella del atletismo de los Juegos, pero
Noah Lyles (27 años) chocó con un muro llamado
Letsile Tebogo y bajó al mundo real, en ese en el que las victorias no son tan fáciles de conseguir.
Lyles claudicó en su prueba, el 200m, ante el botsuanés de 21 años que corrió en 19”46, por delante del norteamericano
Kenny Bednarek con 19”62 y de Lyles, tercero con 19”70.
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