Los usuarios de los servicios de Pediatría del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Córdoba son los más incumplidores con sus citas de toda Andalucía, porque el 12% de los padres o de los familiares de los niños que solicitan una consulta con el doctor especializado en los cuidados infantiles no lleva al menor al centro de salud después de haber obtenido un número para ser atendido. El corte de la actividad asistencial de la red de Atención Primaria del primer semestre de 2024 señala que en ese periodo los pediatras de quedaron plantados en la provincia en 31.137 ocasiones, o lo que es lo mismo 186 veces cada día. Resulta llamativo que el resto de los andaluces son bastante más formales a la hora de presentarse en el centro de salud para que examinen a los pequeños de la casa: es cierto que los pediatras son los profesionales de la Atención Primaria que más sufren el absentismo en la región, pero en el caso de Córdoba el problema es más acusado. Así, el porcentaje medio de los pacientes que no se presenta ante estos facultativos en Andalucía es del 9,98, y las provincias en las que este valor pasa también del 10 por ciento son Almería, Cádiz, Málaga y Granada . En unos niveles más favorables se encuentran los sevillanos, los jiennenses y los onubenses. Entre los meses de enero y junio del año en curso los recintos de Atención Primaria de la provincia de Córdoba recibieron 4,1 millones de peticiones de citas generales y realizaron finalmente 3,8 millones de ellas. En otras palabras, los médicos se quedaron esperando a sus pacientes en 314.071 ocasiones durante el primer semestre del año. La cuenta es sencilla: esta cifra dividida por las jornadas laborables de la mitad de año arroja el resultado de 1.880 peticiones desatendidas. El foco del problema se encuentra, con todo, en las consultas de los Médicos de Familia , que en el periodo citado sufrieron 151.667 plantones (908 por jornada). A éstas les siguen los despachos de los enfermeros del Servicio Andaluz de Salud, que sumaron de enero a junio 131.404 situaciones de incumplimiento por parte de los usuarios (786 por jornada). Pero no todos los vecinos de Córdoba tienen la misma observancia con sus citas médicas. Porque hay diferencias. Los del Norte de la provincia son, con diferencia, los que mejor cumplen con sus compromisos. Así, en la zona más septentrional de la demarcación sólo el 5 por ciento deja de ir a sus citas con el doctor de Medicina de Familia, mientras que el 93 por ciento de los ciudadanos acude puntualmente a la hora en la que ha fijado un encuentro con el pediatra; en el caso de las sesiones de enfermería sólo el 5,2 por ciento hace caso omiso al día y a la hora señaladas. Y si el sur de la provincia —con centros asistenciales de afluencia más que notable, como el Hospital Infanta Margarita de Cabra y el área sanitaria dependiente de Lucena — guarda una posición discreta, Córdoba capital no sale muy bien parada. Porque en el centro de la demarcación siete de cada cien ciudadanos dejan plantado al día a su médico de Familia —por encima de la media andaluza, que es del 6,9 por ciento—, al tiempo que diez de cada cien personas no atienden como es debido a sus citas con el pediatra. También por encima de la media andaluza se encuentra el absentismo a las consultas de enfermería —del 8,74 por ciento sobre el 8,40 por ciento de la media regional—. ¿Y qué posición tiene la Junta acerca de este problema, que agrava los problemas de fluidez y de organización de la Atención Primaria? La hasta hace unas semanas consejera de Salud, Catalina García Carrasco, señaló a finales de esta primavera que si «las cifras no se modifican, veremos qué medidas hay que tomar», si bien no se se extendió acerca de la posibilidad de poner multas o tomar algún tipo de represalia contra los pacientes que persistan en esta actitud poco edificante. Cuestión aparte es la opinión de los profesionales. Este periódico ha pulsado las sensaciones acerca de la informalidad de los pacientes entre doctores de Medicina de Familia y pediatras con plaza en la red del SAS. Manuel F. es nuevo en la plaza. «Todos tenemos que tomar conciencia de que el sistema funciona si ponemos de nuestra parte, profesionales y pacientes: nosotros organizamos nuestras agendas en función de las citas que nos llegan, y si alguien no viene nos descuadra el trabajo», sostiene este joven con un pie recién puesto en la treintena que presta sus servicios en un centro de salud de la zona de Levante . «Hombre, hay situaciones y situaciones: sabemos que hay personas que no vienen a la consulta porque las citas se las dan tarde, cuando el niño ya ha pasado la enfermedad o se ha puesto bueno, pero otras lo hacen por dejadez, y eso no puede ser; lo que no puede ser es criticarnos porque atendemos con demora y luego no cumplir con tu parte», se queja este doctor. Más radical es Emilia F., veterana en la Atención Primaria, en este caso en el Sector Sur. «Tiene que haber una responsabilidad compartida: nosotros estamos hasta arriba; no damos a basto, tenemos que asumir el trabajo de los compañeros que se ponen enfermos, de los que se van de vacaciones, porque las sustituciones son las que son, todo el mundo lo sabe, y lo que no tiene explicación es que tú cuadres tu jornada de trabajo y que luego alguien te falle», indica. «Lo peor es que luego vienen con prisas: si el niño se pone malo sí que llaman para que lo veas con urgencia», protesta.
