En los mundos subterráneos del dopaje funciona el mismo Código Mundial de la Agencia Antidopaje con determinadas sustancias prohibidas, las mismas limitaciones de medicamentos para todos los atletas del mundo, pero la realidad demuestra que ni todos los deportes se rigen por los mismos criterios ni los deportistas se exponen al mismo castigo cuando infringen la norma. Jannik Sinner, el número uno del tenis, ha sido absuelto por una sustancia, el clostebol, aplicada en su cuerpo en una crema según su versión, mientras la patinadora española Laura Barquero fue sancionada por cuatro años por idénticas circunstancias. Sinner dio positivo por niveles bajos de un metabolito de clostebol , un esteroide antiguo que ya utilizaban los atletas de la RDA y se usa para desarrollar masa muscular, durante el torneo de Indian Wells en marzo. Una muestra adicional tomada ocho días después también dio positivo en niveles bajos del citado medicamento. Según dictamina el Código de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), a l tenista italiano se le sancionó provisionalmente, pero como apeló con éxito ante la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA), pudo seguir jugando 27 días después de retirarse del Mutua Madrid alegando una lesión de cadera. Las autoridades antidopaje conocen estos procedimientos. En España el 80 por de los castigos menos graves no se publican por ley y los deportistas aprovechan para simular lesiones de larga duración. Sanciones por dopaje disfrazadas de sanción. Los positivos de Sinner no eran públicos en ese momento. La ITIA asumió las explicaciones de los abogados del número uno del tenis. Sinner habría sido contaminado involuntariamente con la sustancia por Giacomo Naldi, su fisioterapeuta . Según esta versión, Naldi se había aplicado un aerosol de venta libre en Italia en un corte en su propia mano y luego había dado masajes a Sinner, sin guantes. El 10 de marzo Naldi habría tratado los pies y el tobillo de Sinner. Dijo que habría aplicado el aerosol dos veces esa mañana y que «no recuerda» haberse lavado las manos entre el momento en que se roció el dedo y el momento en que trató los pies de Sinner. La ITIA consideró que la violación no fue intencionada y absolvió a Sinner de culpa o negligencia la semana pasada. No fue voluntario, pero sin embargo sí hay castigo para el italiano: perderá 400 puntos de clasificación y 320.000 euros por su participación, se entiende fraudulenta a tenor de la sanción, en Indian Wells. Sinner ganó dos semanas después el torneo de Miami, unos días después de haber dado positivo de nuevo por clostebol. El acetato de clostebol es un esteroide anabólico que también se encuentra en medicamentos de venta libre que se utilizan principalmente para acelerar la curación de las lesiones cutáneas. Desde el punto de vista químico es muy similar a la testosterona , el gran anabolizante que mejora el rendimiento en fuerza y potencia, gracias a su efecto positivo sobre la velocidad, la resistencia y la capacidad de recuperación. El caso Sinner tiene otro espejo en el tenis actual. La exnúmero uno del mundo, Simona Halep, dio positivo en el verano de 2022 por roxadustat, una sustancia activadora de la hipoxia y los glóbulos rojos, similar a la EPO, que se administra en pastillas sin necesidad de inyecciones. Los abogados de Halep alegaron en su momento que los análisis de orina encontraron muy poco roxadustat en la orina de la tenista rumana, una circunstancia habitual en la lista de justificaciones que despliegan los deportistas. Y que, además, todo se debía aun suplemento vitamínico contaminado, el Keto MCT. «Se encuentra muy poco rastro porque utilizan microdosis «, señala una fuente del antidopaje español. En el caso de Sinner, el mismo razonamiento. La ITIA calificó los niveles encontrados en la muestra del italiano como «bajos». Sus abogados dijeron que ascendían a «menos de una milmillonésima parte de un gramo». La ITIA dijo haber consultado con expertos científicos, quienes consideraron que la explicación de Sinner era creíble y, como resultado, no se opusieron a su apelación contra su suspensión provisional. Hace cuatro años el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) dio la razón al nadador brasileño Gabriel da Silva Santos, quien dijo haberse contaminado de clostebol a través de una toalla de un familiar que usaba este medicamento. Mientras Sinner solo ha tenido un parón de 27 días por esta sustancia prohibida, la española Laura Barquero sigue sin competir después de una sanción inicial de cuatro años que fue rebajada por la Federación Internacional de Esquí (ISU) a un año en otoño de 2023. Pero el caso no se ha resuelto y la patinadora lleva dos años alejada del deporte por el mismo anabolizante, clostebol, y la misma dichosa crema.