Pequeños campeones
Cuba agotó sus dos primeras oportunidades de participar de manera directa en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas, un beneficio que comparte de manera rotativa con Puerto Rico y Panamá, y en ambas ocasiones dejó saldos muy favorables para el béisbol y los niños participantes.
En 2023 correspondió a Bayamo y ahora a Santa Clara, campeones nacionales respectivamente en esos años de un torneo que cada vez gana más en espectáculo y seguimiento dentro de la Isla.
Ambas selecciones terminaron sus actuaciones en la fase de octavos de final de la Serie Mundial, con iguales saldos de un éxito y par de reveses.
Si solo enfocamos la mirada en el resultado dentro de las dos rayas de cal, se podría decir que no hubo avances de un año a otro. Sin embargo, para niños menores de 12 años esta resulta una oportunidad de privilegio, quizá única para algunos, de jugar con peloteritos de otros países, conocer una cultura diferente, disfrutar de paseos por sitios simbólicos del béisbol y dialogar con estrellas de Grandes Ligas.
Seguramente ninguno olvidará estos días en Pensilvania, Estados Unidos. Y tendrán más motivaciones para crecer como jugadores, superarse técnica y
tácticamente, y orientar su futuro por ese mágico mundo que se llama béisbol.
Igual sucede con los entrenadores, quienes, si ampliaron el radar y tomaron nota de todo, podrían aplicar aquí ideas que ayuden a renovar conceptos que atan a Cuba a un pasado glorioso, pero superado por nuevas maneras de asumir este deporte.
México, por ejemplo, resolvió el último juego con par de jonrones. Antes lo hizo también Taipéi de China, después que en ambas jornadas los Bombarderos de Santa Clara dominaron el marcador durante la mayor cantidad de innings, pero agonizaron en las dos entradas finales a causa del picheo de relevo. Los nuestros, en cambio, dejaron virgen el casillero de los palos de vuelta entera.
Los pequeños de Santa Clara jugaron con entrega y camaradería ante todos los rivales. Fotos: Tomadas del sitio web del torneo
El béisbol, juego al fin, deja un solo ganador en el campo, aunque ambas partes salgan de él con aprendizajes. Estos últimos deben ser inspiración, guía, brújula...
El próximo torneo nacional de las Pequeñas Ligas ha de superar a los anteriores en cuanto a organización y competitividad; solo así, mejorando paulatinamente, llegará el momento en que Cuba acceda al partido por el oro.
Tocará en 2025 buscar el cupo para la Serie Mundial en el certamen regional del Caribe, mientras boricuas y panameños accederán a los pasajes automáticos entregados por los organizadores de un proyecto internacional que se expande vertiginosamente por todos los continentes.
Ahora corresponde recibir con honores de campeón a los Bombarderos del centro de la Isla. Jugaron con la misma estirpe de los Leopardos y los Azucareros, antiguos equipos de esa región del país, que dejaron una huella imborrable en el béisbol cubano.