Vecinos de 12 barrios de la Gran Barranca están sin bus hace más de dos meses
Jonathan Salazar vive en San Miguelito de Barranca, en Puntarenas. Desde hace más de un mes, se ve obligado a caminar más de un kilómetro bajo la lluvia o el sol para agarrar el bus que lo lleve a su trabajo, luego de que la empresa autobusera que daba servicio en la Gran Barranca renunció a la ruta.
El barrio de San Miguelito es una de las 12 comunidades de la zona que está sin servicio de bus desde el 27 de junio, cuando cerró operaciones la Empresa Autotransportes Cuatro por Tres S. A.
Esas 12 comunidades incluyen Carmen Lira, San Miguel, San Miguelito, La Guaria, Barranca centro, el INVU, El Playón, Los Almendros, Juanito Mora, Manuel Mora, Palmas del Río y Bulevares.
La situación, dijo Salazar, es “una injusticia” para los pobladores de estas populosas barriadas: “Dependemos de los autobuses porque somos muchos los que tenemos que ir a clínicas. Los estudiantes tienen que ir a sus colegios y sin autobuses nos vemos obligados a salir a las carreteras para agarrar bus”.
Yolanda Vindas es una adulta mayor vecina de Barranca que depende de los buses para ir a la clínica y al hospital cuando tiene programada alguna de sus citas.
Normas de calidad para mejorar buses dependen de CTP, dice intendente de Transportes
“La falta de bus ya se convierte en más que un problema. Como adulto no puedo caminar tanta distancia para ir a las paradas de las únicas tres líneas de buses que pasan. Además, nos toca esperar mucho tiempo en las paradas. Ocupamos que alguien, un empresario se interese y nos pongan buses”, reclamó Vindas.
Según informó la oficina de prensa del Consejo de Transporte Público (CTP), la ruta 620, que era operada por la Empresa Autotransportes Cuatro por Tres S.A, fue abandonada por decisión de la empresa.
“Estamos aplicando el protocolo recomendado con el Decreto Ejecutivo N°34992-MOPT, para buscar un nuevo permisionario. Este proceso conlleva una etapa de audiencias, que es en la que nos encontramos actualmente”, informó el CTP.
Estas gestiones implican el análisis de las propuestas, que debe ser remitido a la Junta Directiva para que elija la empresa que retomará la ruta. El Consejo no informó cuánto tiempo llevará todo este trámite.
Buses de otros barrios pasan llenos
Mientras tanto, la interrupción del servicio tiene a cientos de personas sin una opción confiable para desplazarse. La situación afecta su movilidad hacia sus trabajos, centros educativos, servicios de salud y realizar sus compras diarias.
Tras la renuncia de la concesionaria, a los vecinos no les ha quedado más remedio que depender para su transporte de las líneas de Miramar, Esparza y Reinas del Campo, cuyas unidades ya suelen ir llenas cuando pasan por las paradas.
Esto ha generado largas esperas y, en muchos casos, la imposibilidad de abordar debido a la sobrecarga de los vehículos.
Jonathan Salazar es uno de los que piden al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y a la municipaldiad local que hagan algo pronto.
Servicio de autobús carece de medición de calidad y evaluaciones adecuadas
La situación motivó la intervención del diputado porteño Carlos Andrés Robles, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Robles, junto con el Concejo Municipal, realiza gestiones para encontrar una solución a la falta de transporte público en la Gran Barranca.
El diputado aseguró que conversó con el viceministro de Transportes, Carlos Ávila, y con el Consejo de Transporte Público.
Según el legislador, una empresa llamada CoopeRoble está interesada en esta concesión. Dijo que se gestionó ante el CTP para que se le pueda adjudicar si cumple con los requisitos.