«No debería ser necesaria una preparación previa relevante para volver al cole si hacemos las cosas bien». Así de tajante se muestra Manuel Antonio Fernández, neuropediatra, ante la pregunta de con cuánto tiempo de antelación hay que preparar a los niños de cara al regreso a las aulas. ¿Qué significa exactamente 'hacer las cosas bien'? Es fundamental mantener una estructura mínima, un orden básico. Esto no significa despertarse a la misma hora del verano o hacer las mismas cosas, pero sí respetar un determinado orden. Por ejemplo, después de despertarse, desayunar, ir a la ducha, ordenar las cosas de casa y preparar lo necesario para las actividades que estén previstas, etc. ¿Es mejor ir hablándole ya de que se acaban las vacaciones y empieza el cole, o esto es generarle ansiedad y es mejor dejarlo para los días de antes? Con esto volvemos a caer en un error de concepto. No deberíamos asumir que la asistencia al colegio es algo estresante para nuestros hijos. Y si lo es, es que hay un problema, en el colegio, en el chico, o en casa. Para un niño es fundamental mantener una rutina y una estructura organizativa dentro de su pequeña cabeza. Es algo que ayuda a sus sistema nervioso a establecer una sensación de control y estabilidad. Mi hijo Mateo tiene 5 años y desde que acabó las clases le hemos estado indicando los tiempos que van a venir, las cosas que vamos a hacer, dónde vamos a ir y cuándo habrá que volver al cole. Es evidente que los más mayores, que presentan también una mayor demanda académica, puedan sentir un cierto rechazo a la vuelta de las vacaciones, pero si todo funciona bien, esto no debería ser un factor de estrés significativo. ¿Qué hacemos como padres si al mencionarlo le vemos nervioso y sin ganas de rutinas? Lo más importante es ser conscientes de qué podríamos haber hecho para evitar llegar a este punto, pero también hay que plantearse si hay algún problema que esté dificultando el apego del niño a la escuela. Los problemas de aprendizaje, conducta y relaciones sociales son muy frecuentes a las diferentes edades y la detección de conductas desajustadas debería hacernos tener al menos cierta sospecha al respecto. ¿Cuántos días antes hay que empezar con rutinas de sueño para que se acueste y se levante antes? Si hemos hecho las cosas bien, con organizarlo durante la última semana de las vacaciones y hacerlo progresivamente, debería ser más que suficiente. No sólo cuadrando las horas de sueño, sino también la alimentación y la actividad física, para que todo se oriente de la forma correcta. ¿Qué consejos daría como experto para lograr una transición lo más tranquila y gradual posible? Lo primero, la naturalidad. Segundo, quitarle dramatismo a la situación. Evitar quejas por la vuelta al trabajo de los propios padres por ejemplo. Tercero, buscar y resaltar los aspectos positivos como pueden ser los amigos, las extraescolares o cualquier cosa que se puede relacionar con un aspecto positivo. Días antes de empezar el colegio: ¿Cómo afrontarlo para que los nervios no nos angustien a grandes y pequeños? Simple. Si todo lo previo lo hemos hecho bien, el primer día de vuelta a las clases debería ir como la seda. Si a los más pequeños se les complica porque el tiempo que han pasado con los padres durante las vacaciones a hecho alcanzar un punto de apego muy elevado, puede que los llantos hagan acto de presencia, pero siempre, siempre, hay que llevarlos y dejarlos en el colegio con la mayor de las sonrisas. Eso sí, nada de llegar al cole, abrir la puerta del coche y soltarlo. Deja el coche un poco alejado, ve dando un paseo con él, aprovecha el camino previo y aprovecha este último tramo para tener una conversación relajada y distendida. Muéstrate alegre por la vuelta al cole, mantén contacto físico para transmitir seguridad y dale un abrazo muy fuerte diciéndole que se lo pase muy bien y que luego te cuente todo lo que haya hecho. ¡Éxito asegurado!