Elegir la formación correcta pasa principalmente por resolver tres preguntas: ¿qué es lo que me gusta?, ¿hay trabajo de esto?, ¿cuál será mi sueldo? Una vez que las respuestas están encima de la mesa, cualquier joven (o no tan joven) alicantino empieza a bucear entre sus opciones. Y elegir cuál es el camino correcto se convierte en una decisión realmente importante.