Desnudos, pero calzados: la propuesta para visitar un museo francés
A tono con los protagonistas de la nueva exposición del Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo de Marsella, "Paraísos naturistas", las personas que la visiten podrán hacerlo sin ropa. En colaboración con la Federación Naturista Francesa (FNF), la sala organiza visitas nudistas una noche al mes, cuando el museo está normalmente cerrado. "Por tanto, los visitantes que participan son naturistas y están desnudos", explica el museo.
La exposición tiene el objetivo de descubrir los primeros naturismos, el alemán y el suizo, seguidos por el francés, adentrándose en la historia de las comunidades naturistas pioneras, que se establecieron en Francia y Suiza en la década de 1920. Y también descubrir cómo es el naturismo tal y como se vive y se practica en la actualidad.
En una escenografía solar diseñada por la agencia Trafik de Lyon, en la exposición se reúnen 600 piezas: fotografías, películas, revistas, objetos cotidianos y también pinturas, dibujos, libros, grabados y esculturas. De las paredes cuelgan fotografías como las de Christiane Lecocq, pionera del naturismo francés, fallecida a la edad de 103 años, frente a su cabaña, mostrando su cuerpo marcado por el paso del tiempo.
"Francia es el primer destino turístico mundial para los naturistas: su clima templado y la presencia de tres mares han facilitado el establecimiento de comunidades que, con excepción de Suiza, tienen pocos equivalentes reales en otras partes de Europa, donde el naturismo se practica más libremente, fuera de las comunidades establecidas", detalla el museo.
"Hoy en día -añade-, existe una nueva moda por la desnudez en la naturaleza, una moda que va de la mano con la búsqueda de dietas saludables y vegetarianas y el uso de terapias naturales, meditación y yoga al aire libre. Estos estilos de vida, junto con el rechazo de los dictados que agobian nuestros cuerpos, son claves para comprender las cuestiones que están en juego en el naturismo de ayer y de hoy".
Aunque los visitantes pueden prescindir de ropa, sí deben cumplir un requisito: ir calzados. Eric Stefanut, portavoz de FFN, explica la razón que ha llevado a exigir el uso de calzado para caminar por el recinto. Se trata de una medida de precaución contra el suelo de parqué del museo: "Es para evitar astillas".