hAN ajustado cuentas sobre su cuerpo asaeteado de locuras. Como si su muerte fuera más injusta según el origen, el color o la raza de su asesino. Lo han asesinado y con su sangre aún caliente han hecho bandera de odios, sin querer saber, sin piedad por una familia que tiene que vivir, ¿cómo?, cuando no tendrá fuerzas, cuando lo que les queda es un corazón roto en mil pedazos sin manual de instrucciones porque jamás nada ni nadie te prepara para perder a un hijo, menos de esta manera tan absurda, incomprensible, cruel. Ellos, su familia , merecen respeto y no una causa falsa que no podrá jamás explicar lo inexplicable. Que Mateo salió de casa para una pachanguita...
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