El Pentágono alerta de que el buque atacado por los hutíes en el mar Rojo podría estar perdiendo petróleo
La misión de la Unión Europea en el mar Rojo ha anunciado este miércoles que la zona que rodea al petrolero de bandera griega MV Sounion, atacado por los hutíes desde las costas de Yemen, parece estar limpia de petróleo. El buque, alcanzado la pasada semana frente a la ciudad portuaria de Al Hudayda, fue objetivo de un ataque lanzado por los rebeldes, que llevan diez meses embarcados en una campaña de bombardeos sistemáticos contra las embarcaciones que cruzan el mar Rojo, en represalia por la guerra israelí en Gaza.
El Pentágono había declarado horas antes que el Sounion seguía ardiendo y que podría estar perdiendo crudo. El buque transporta 150.000 toneladas de petróleo y, en caso de producirse el vertido, podría ser uno de los mayores de la historia y provocar una «catástrofe natural», en palabras del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
El portavoz del Pentágono, Patrick Ryder, declaró ayer que un tercer actor había intentado enviar dos remolcadores para ayudar a salvar el Sounion, pero los hutíes amenazaron con atacarlos. «Se trata sencillamente de actos terroristas temerarios que siguen desestabilizando el comercio mundial y regional, poniendo en peligro la vida de marinos civiles inocentes y poniendo en peligro el vibrante ecosistema marítimo del Mar Rojo y el Golfo de Adén, el patio trasero de los propios houthis», denunció el general de división de la Fuerza Aérea.
Según Ryder, el Ejército estadounidense estaba trabajando con otros socios de la región para determinar cómo ayudar al buque y mitigar cualquier impacto medioambiental. Aspides, la misión de la UE en aguas del mar Rojo, ha declarado que el petrolero sigue anclado y no a la deriva, y al parecer estaba evaluando medidas de protección, como remolcarlo a un lugar más seguro.
La milicia hutí, que forma parte del denominado Eje de Resistencia encabezado por Irán, ha hundido dos barcos y acabado con la vida de al menos a tres tripulantes en estos últimos diez meses, que han trastornado el transporte marítimo mundial al obligar a los armadores a evitar el atajo del Canal de Suez.
Los insurgentes yemeníes aseguraron haber atacado el petrolero en parte porque Delta Tankers violó su prohibición de «entrar en los puertos de la Palestina ocupada», declaró el portavoz militar hutí Yahya Saree. El Sounion es el tercer buque operado por Delta Tankers, con sede en Atenas, que ha sido atacado este mes en el mar Rojo.
Según la International Tanker Owners Pollution Federation, el mayor vertido registrado en un buque se produjo en 1979, cuando unas 287.000 toneladas métricas de petróleo se escaparon del Atlantic Empress tras colisionar con otro petrolero en el mar Caribe, frente a la costa de Tobago, durante una tormenta.