TotalEnergies ya planea otro proyecto Fénix y apuesta por la energía renovable
Fénix, el proyecto de producción de gas en la Cuenca Austral situado a 60 kilómetros de la costa de Río Grande, en la provincia de Tierra del Fuego, ya está en su última fase y empezará a operar a mediados de septiembre. Ahora, el consorcio que conforman la francesa TotalEnergies, la local Pan American Energy y la alemana Wintershall Dea ya mira otros yacimientos de gas en la Cuenca Marina Austral (CMA 1).
Así lo confirmaron fuentes de la compañía en el marco de la visita de El Cronista a la plataforma más austral del mundo. Si bien, hasta fin de año, -momento en el que se proyecta estar 100% operativo el proyecto- el foco de la operadora francesa estará puesto en la activación de Fénix, el consorcio ya mira otros yacimientos dentro de la misma área donde también se ubican los otros proyectos del grupo, como Vega Pléyade, Aries, Carina e Hidra.
Esto es porque las tres energéticas tienen la concesión de CMA 1 hasta 2041. Si bien, originalmente, la licencia finalizaba el 30 de abril de 2031, ya que se había otorgado por 25 años, el 18 de abril de 2022 el consorcio logró una prórroga por una década, lo que extiende su vencimiento al 30 de abril de 2041.
Además, en medio del camino hacia la descarbonización y la transición hacia la electrificación, las empresas ven al gas como una alternativa más sustentable, hasta que los proyectos de energía renovable se vuelvan económicamente rentables.
El desafío de invertir en la Argentina
Desde su llegada a la Cuenca Austral hasta el momento, TotalEnergies lleva un total de 112 pozos offshore explorados y, aproximadamente, unos u$s 6000 millones invertidos. Sólo 20 de estos pozos son los que hoy están en producción.
Sin embargo, según adelantaron fuentes de la firma francesa, se trata de yacimientos muy productivos que, aunque lleva tiempo encontrarlos y desarrollarlos, el interés permanece intacto, a la vez que el deseo de iniciar nuevos proyectos de energías renovables en el norte y el sur de la Argentina.
Aunque el desafío podría ser logístico o, incluso, técnico, el problema principal de las energéticas es la falta de reglas claras en la Argentina. Al tratarse de inversiones millonarias y de largo plazo, las compañías tienen que asegurarse cierta estabilidad, previsibilidad y seguridad.
Es por eso que, a pesar de que el país cuenta con una enorme extensión de recursos naturales, en muchas ocasiones, la falta de cumplimiento de contratos o los cambios de reglas repentinos dificultan o retrasan las decisiones de inversión en la Argentina.
No obstante, las empresas ven con buenos ojos la implementación del RIGI, el marco normativo que diseñó el Gobierno para atraer grandes inversiones en sectores estratégicos. Según comentaron fuentes de la energética francesa, el régimen normaliza una parte de la economía, a la vez que permite una mayor competitividad a las empresas en el mercado externo, dos de los principales requerimientos urgentes de la industria.
A su vez, aseguraron que los principales mercados son Europa y Brasil. La demanda proveniente del viejo continente se incrementó tras la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que, tal como explican en el sector, los países europeos evitarán depender energéticamente de un único país. En este contexto, el principal competidor de la Argentina, -por precio y logística- será Estados Unidos.
De esta manera, con miras al mercado externo, las empresas que operan en el país evitarán competir entre ellas. De hecho, con el fin de llevar el GNL argentino al mundo, la industria buscaría unirse y conseguir un precio competitivo con el de los Estados Unidos.
En este sentido, se destacan los recientemente anunciados proyectos de la petrolera estatal YPF y de Pan American Energy (PAE). En el primer caso, la empresa de bandera presentó un proyecto de licuefacción de gas natural (GNL) de gran escala, mientras que, en el segundo, la firma que dirige la familia Bulgheroni se aseguró la provisión de una terminal de licuefacción flotante por 20 años, tras una asociación con la noruega Golar.
Ambos proyectos buscan la inclusión de las empresas de la industria. TotalEnergies -aliada de PAE en Fénix-, por su parte, asegura estar evaluando sus posibilidades.
Fénix, la perla del mar Austral
Fénix es la sexta plataforma que opera TotalEnergies en el mar Austral y el proyecto, que demandó una inversión de u$s 700 millones, aportará 10 millones de m3/día de gas, lo que, actualmente, representa un 8% de la demanda nacional de gas.
El proyecto nació en 2017, pero vio la luz en 2022. Su desarrollo consistió en la construcción e instalación de una plataforma de producción costa afuera que pesa unas 4000 toneladas. A su vez, cuenta con cuatro pozos -se usarán tres para la extracción de gas y uno quedará para utilizar en caso de inconvenientes- que alcanzan aproximadamente los 3000 metros de profundidad final.
El gas extraído será transportado a través de un ducto submarino de 36,5 kilómetros hasta la plataforma Vega Pléyade, también operada por TotalEnergies. El gas proveniente de las dos plataformas será procesado en tierra, en la planta de tratamiento Río Cullen, para, luego, inyectarlo en el Gasoducto General San Martín.