Este plato típico provocó la muerte de 20.000 personas: posee un parásito que puede ser indetectable por años
Una especialidad culinaria de la región de Isan en Tailandia ha trascendido su estatus como un simple plato tradicional para convertirse en una seria amenaza para la salud pública. Elaborado con pescado crudo proveniente del río Mekong, este manjar ha sido el responsable de más de 20.000 muertes debido a la presencia de un parásito mortal que se oculta en su interior. Aunque es popular entre locales y turistas, este plato esconde un peligro silencioso que provoca una enfermedad que a menudo se descubre demasiado tarde: el cáncer de vías biliares.
La región de Isan, famosa por su rica herencia cultural y sus sabores exóticos, se enfrenta a una crisis de salud pública que ha pasado desapercibida para muchos. El consumo de este plato, profundamente enraizado en las tradiciones culinarias locales, ha llevado a la alta incidencia de colangiocarcinoma, una forma agresiva de cáncer con una de las tasas de supervivencia más bajas en el mundo. Para muchos, este plato es un símbolo de orgullo cultural, pero también sirve como un recordatorio de los peligros ocultos en las prácticas ancestrales.
¿Qué plato típico de Tailandia provocó 20.000 muertes?
El koi pla, un plato típico de la región de Isan en el noreste de Tailandia, es la causa de miles de muertes cada año. Este platillo, que podría parecer inofensivo para el ojo no entrenado, se elabora con pescado crudo capturado en el río Mekong y mezclado con hierbas, especias y, a menudo, arroz tostado. A pesar de su apariencia sencilla, el koi pla es portador de un oscuro secreto que ha devastado a miles de familias.
Este platillo tradicional no es solo una delicia culinaria, sino también un peligroso vector de infección. El koi pla ha sido identificado como la principal causa del colangiocarcinoma en la región de Isan, donde la tasa de incidencia de esta enfermedad es la más alta del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de 2,4 millones de personas en todo el mundo estuvieron infectadas con el parásito responsable en 2021, pero es en Tailandia donde su impacto ha sido más devastador.
¿Qué contiene el koi pla que lo hace mortal?
El peligro oculto del koi pla reside en un parásito conocido como la duela hepática, específicamente Fasciola hepatica y Fasciola gigantica. Este parásito, que se encuentra comúnmente en los peces de agua dulce del río Mekong, puede sobrevivir en el cuerpo humano por años sin mostrar síntomas evidentes. Una vez ingerido a través del pescado crudo, el parásito se aloja en los conductos biliares, donde provoca inflamaciones que pueden llevar al desarrollo del colangiocarcinoma, un tipo de cáncer extremadamente agresivo.
La duela hepática es difícil de detectar en sus etapas iniciales, lo que permite que la infección avance sin ser diagnosticada hasta que es demasiado tarde. Los síntomas pueden no aparecer hasta años después de la infección inicial, momento en el cual el cáncer puede estar en una etapa avanzada y las opciones de tratamiento son limitadas. La situación se agrava aún más por la falta de acceso a servicios médicos adecuados en las áreas rurales de Tailandia, donde el koi pla es más común.
¿Hay forma de combatir los males que ocasiona el koi pla?
A pesar de los riesgos, el koi pla sigue siendo un plato popular en Isan, especialmente entre las comunidades rurales. Sin embargo, la comunidad médica en Tailandia, encabezada por el cirujano hepático Narong Khuntikeo, ha intensificado sus esfuerzos para educar a la población sobre los peligros de consumir pescado crudo. Khuntikeo, quien perdió a sus propios padres a causa del colangiocarcinoma, lidera una campaña que busca reducir las tasas de infección mediante pruebas diagnósticas y programas de concienciación.
Entre las medidas recomendadas para prevenir la infección está la cocción adecuada del pescado, lo que mata al parásito y elimina el riesgo de contraer la enfermedad. Sin embargo, cambiar las prácticas alimentarias tradicionales ha sido un desafío. Muchos lugareños ven el consumo de koi pla como una parte esencial de su identidad cultural y se resisten a abandonar esta tradición, a menudo por falta de alternativas accesibles o por creencias profundamente arraigadas en la suerte y la protección divina.