A partir del 1 de octubre se estrena el segundo consejero delegado de Polestar desde su escisión de Volvo en 2017. Será Michael Lohscheller, el responsable de devolver a Opel a la senda de la rentabilidad tras pasar de General Motors al Grupo PSA, en 2018 –antes de la fusión que se convertiría en Stellantis– y que posteriormente pasaría a dirigir Vinfast y la start up de camiones eléctricos Nikola. Sustituirá en su puesto a Thomas Ingenlath, que, según el comunicado de la compañía «dimitió». Antes de la escisión, Polestar se trataba de una marca de altas prestaciones que se situaba en lo alto de la cadena trófica de la marca sueca, del mismo modo en que AMG o M lo hacen para Mercedes-Benz o BMW. Si bien Ingenlath tenía un perfil de diseñador, que sirvió para crear la imagen de marca futurista del fabricante de coches eléctricos, Lohscheller es claramente un gestor que diseña –y cumple– planes estratégicos. Fue el director financiero del Grupo Volkswagen en EEUU y Opel antes de dirigir la marca alemana. Una vez allí, consiguió reducir los costes fijos, simplificar la gama de producto y preparar la marca para afrontar el endurecimiento de los límites de emisiones, para los que la marca no estaba preparada bajo General Motors. Estos hitos fueron parte del Plan PACE, que el directivo alemán ayudó a diseñar. De hecho, mientras Opel perdía unos 1.000 millones de euros anuales, Lohscheller consiguió devolver a la marca del rayo a un beneficio operativo del 4,7% dos años antes de lo previsto en el plan. Polestar se encuentra en una situación financiera turbulenta y declaró pérdidas operativas de 220 millones de euros durante el primer trimestre de 2024, un incremento del 5% con respecto al mismo periodo del año anterior. La marca lanzará después de verano los SUV 3 y 4, algo que previsiblemente ayudará su facturación, que en el mismo periodo ascendió a unos 310 millones de euros, en comparación con los más de 500 millones de 2023. Los objetivos de ventas de la marca de Ingenlath también se quedaron cortos, al retrasar el lanzamiento del Polestar 3. Para 2023, tenían previsto cerrar el año con 124.000 vehículos, pero el ejercicio se saldó con 54.600. Lohscheller es el último cambio en el seno del fabricante, que cambió la semana pasada a su director de Diseño –Philipp Römers, del Grupo VW, sustituye a Maximilian Missoni–. Por su parte, Hakan Samuelsson, el responsable del 'spin-off' de Polestar se jubilará de su posición de presidente del Consejo de Administración. Se prevé que le sustituya Winfried Vahland, también del Grupo Volkswagen.