¿De qué trata la tendencia de “ligar en el Mercadona” y por qué asusta a Tinder?
En un giro inesperado, Mercadona, la popular cadena de supermercados en España, se ha convertido en un inesperado punto de encuentro para solteros que buscan pareja. A través de un curioso ritual que se ha viralizado en TikTok, jóvenes han comenzado a utilizar el supermercado como un lugar para ligar, alejándose de las pantallas y apostando por la interacción cara a cara. Esta tendencia, que comenzó como un experimento social, ha capturado la atención de miles y plantea un reto significativo a plataformas de citas online como Tinder.
La iniciativa, que ha sido popularizada principalmente por la Generación Z, se basa en simples pero ingeniosos códigos no verbales. Con una piña colocada boca abajo en el carrito de la compra como símbolo de que se está disponible para ligar, y siguiendo una serie de reglas específicas, los jóvenes han encontrado en Mercadona un nuevo espacio para el cortejo. Lo que podría parecer una broma ha escalado hasta convertirse en un fenómeno viral que ha despertado tanto curiosidad como escepticismo.
¿En qué consiste "ligar en el Mercadona" y por qué ha tenido tanto éxito?
La tendencia de "ligar en el Mercadona" consiste en una serie de pasos sencillos y simbólicos que los participantes deben seguir mientras hacen sus compras. Todo comienza entre las 19:00 y 20:00 horas, la denominada "hora del ligue", donde los solteros interesados en encontrar pareja acuden al supermercado. La clave para identificarse como alguien dispuesto a ligar es colocar una piña boca abajo en el carrito de la compra, un gesto que ha ganado popularidad gracias a un vídeo en TikTok publicado por la actriz y humorista española Vivy Lin.
El éxito de esta moda radica en varios factores. Primero, ofrece una alternativa al proceso de citas en línea, que a menudo es criticado por ser impersonal y agotador. Segundo, permite a los participantes interactuar en un entorno cotidiano y relajado, lo que facilita encuentros más naturales y menos forzados. Además, el aspecto lúdico de la piña boca abajo y el choque de carritos añade un elemento divertido y creativo que resuena especialmente con las generaciones más jóvenes, quienes buscan experiencias diferentes y originales para conocer gente.
¿Cuáles son las reglas para poder "ligar en el Mercadona"?
Para participar en esta particular forma de ligar en el Mercadona, existen varias reglas no escritas que los solteros deben seguir para asegurar el éxito en su misión. Estas reglas, que se han ido popularizando a través de las redes sociales, incluyen:
- Horario específico: El momento ideal para acudir al supermercado es entre las 19:00 y 20:00 horas, considerada la "hora del ligue". Este horario ha sido establecido como un acuerdo tácito entre los participantes.
- La piña boca abajo: Este es el símbolo principal que indica que una persona está abierta a conocer a alguien. Colocar una piña boca abajo en el carrito de la compra es la señal de que estás dispuesto a ligar.
- Choque de carritos: Si encuentras a alguien que te parece atractivo y que también lleva una piña boca abajo, la forma de mostrar tu interés es chocar tu carrito con el suyo. Este gesto, simple pero efectivo, simboliza el inicio de la interacción.
- Zonas por edades: Según la edad, los participantes se dirigen a diferentes secciones del supermercado. Los jóvenes de 19 a 25 años frecuentan la zona de congelados, aquellos entre 25 y 40 años suelen estar en la pescadería, y los mayores de 40 se concentran en el pasillo de los vinos.
¿Ha tenido éxito esta nueva tendencia de España?
Aunque aún es difícil medir el éxito real de la tendencia "ligar en el Mercadona", lo cierto es que ha capturado la imaginación de miles de personas, no solo en España sino en otros países. Las redes sociales están llenas de testimonios, algunos reales y otros ficticios, de personas que han participado en esta curiosa forma de ligar. Sin embargo, la veracidad de estas historias sigue siendo un tema de debate.
El impacto de esta tendencia ha sido tan grande que ha generado una especie de "efecto llamada", atrayendo a personas que acuden al supermercado no solo para comprar, sino para vivir la experiencia social que ha surgido en torno a ella. Aunque no existen cifras oficiales sobre cuántas personas han conseguido pareja gracias a esta práctica, lo que es innegable es que ha puesto a Mercadona en el centro de una discusión sobre nuevas formas de cortejo que se alejan de lo digital y recuperan el contacto directo.