El realismo de Cecilia
El 2 de agosto de 1976 (tiempos convulsos) tenía diez años de edad. Mi niñez se deslizaba por emociones propias de aventuras ingeniosas siempre en compañía de mi inseparable amigo “Cornelius”, un madelman del Mego Planeta de los Simios, con el que había diseñado diversas estrategias para invadir un sinfín de planetas enemigos. Ensoñaciones y fantasías que solo se veían superadas por otros mundos que junto a mi abuelo observaba con gran intriga.