El país de Latinoamérica que busca la independencia comercial de China para ser principal socio de Estados Unidos
México avanza en su estrategia de independencia comercial respecto a China. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha intensificado su postura comercial contra el gigante asiático, buscando reivindicar su papel en el comercio global y fortalecer su alianza con Estados Unidos. En un evento reciente, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, destacó la necesidad de que México y el bloque norteamericano produzcan más de lo que consumen, en un claro intento por disminuir la dependencia de productos chinos que inundan el mercado latinoamericano.
Desde que China ingresó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) hace 22 años, su participación en el comercio global creció de un 3.8% a un 14%, una expansión que, según Ramírez de la O, fue en detrimento de Norteamérica. Este contexto ha motivado a México a replantear su política comercial e industrial, con miras a reducir el déficit comercial con China, el cual actualmente alcanza los 108,000 millones de dólares.
¿Por qué México busca la independencia comercial de China?
La creciente dependencia de México y el resto de Norteamérica de productos chinos ha generado una profunda preocupación en ambos lados de la frontera. Según Rogelio Ramírez de la O, es imperativo que México incremente su producción local para reducir esta dependencia, ya que una gran parte de los productos básicos consumidos en los hogares mexicanos proviene de China. Este desequilibrio no solo afecta negativamente la balanza comercial, sino que también amenaza la competitividad de la industria nacional al dejarla vulnerable frente a la influencia económica del gigante asiático.
China ha logrado acaparar una porción considerable del comercio global, lo que ha despertado inquietud tanto en México como en Estados Unidos. La expansión china en el comercio internacional ha sido, en gran medida, a expensas de los países norteamericanos. En respuesta, el gobierno mexicano ha comenzado a implementar medidas destinadas a fortalecer la producción local, generar empleo y mantener salarios competitivos. Sin embargo, los aranceles impuestos a productos chinos y a otros países sin acuerdos comerciales no han sido suficientes. A la par, Estados Unidos ha endurecido su postura, imponiendo aranceles al acero y aluminio mexicanos que no sean de origen local, con la intención de evitar que productos chinos ingresen a su mercado a través de México.
¿Qué le ofrece Estados Unidos a México que China no?
Estados Unidos ha ofrecido a México una serie de incentivos para atraer a las empresas que han decidido relocalizarse fuera de China, en un proceso conocido como nearshoring. Esta estrategia tiene como objetivo reducir la dependencia de las cadenas de suministro chinas, beneficiando a México, que en 2023 superó a China como el principal socio comercial de Estados Unidos. Al facilitar la instalación de empresas en territorio mexicano, Estados Unidos busca asegurar una cadena de suministro más cercana y confiable, lo que fortalece la relación económica entre ambos países.
La administración estadounidense, preocupada por la creciente influencia de China en la región, ha implementado políticas para incentivar a las empresas norteamericanas a trasladar sus operaciones a México, Canadá o Estados Unidos. Estas medidas incluyen beneficios fiscales y la simplificación de procesos, lo que facilita la transición de la producción desde Asia hacia el continente americano. A través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), México obtiene ventajas significativas en el acceso al mercado estadounidense. Sin embargo, esta colaboración también ha generado preocupaciones, ya que algunos legisladores en Washington temen que China esté utilizando a México para "triangular" sus productos y evitar las barreras comerciales impuestas por Estados Unidos.
¿Cómo es la relación económica entre México y China?
La relación comercial entre México y China se caracteriza por un marcado desequilibrio. México compra a China bienes por un valor de 119,000 millones de dólares anuales, mientras que las exportaciones mexicanas hacia el país asiático apenas alcanzan los 11,000 millones de dólares. Este déficit comercial es uno de los más grandes que México mantiene con cualquier nación.
Ante este escenario, Ramírez de la O enfatizó la necesidad de que México produzca más bienes localmente para reducir su dependencia de las importaciones chinas. "China nos vende y no nos compra y eso no es un comercio recíproco", declaró el secretario de Hacienda. Esta situación ha llevado al gobierno mexicano a considerar un cambio en su política de inversión extranjera, con el objetivo de atraer más empresas que puedan establecer plantas en México, generando empleo y fortaleciendo la industria nacional.