Israel mata al líder de Hamás en Yenín en el tercer día de ofensiva en Cisjordania
Israel anunció este viernes la muerte del líder de Hamás en Yenín, Wassem Hazem, como resultado de una operación conjunta entre el Ejército y las fuerzas policiales en la zona norte de Cisjordania. Hazem fue asesinado mientras viajaba después de un intercambio de fuego, según fuentes militares israelíes recogidas por el medio The Jerusalem Post.
Otros dos milicianos palestinos más –Maysara Masharqa y Arafat Amer, a los que Israel responsabiliza de perpetrar ataques contra comunidades israelíes– perdieron la vida al ser alcanzados por proyectiles de la aviación israelí, lo que eleva hasta la veintena las muertes en tres días de ofensiva israelí en Cisjordania (en cifras respaldadas tanto por las autoridades sanitarias palestinas como militares israelíes). A juicio de la ONU, la operación israelí [[LINK:INTERNO|||Article|||66d195deebb7b0e414de33c2|||«alimenta una situación ya explosiva»]] y países como Francia, Reino Unido o España la han repudiado.
La intervención de las fuerzas israelíes incluyó bombardeos e incursiones con convoyes blindados casi simultáneamente en ciudades como Yenín, Naplusa, Tubas, Tulkarem, y en dos campos de refugiados. Hamás y la Yihad Islámica –las dos principales organizaciones terroristas palestinas según la UE y Estados Unidos– anunciaron que al menos 13 de los fallecidos eran combatientes de sus brazos armados.
En la víspera, el Ejército israelí reveló haber matado a siete combatientes, dos de ellos en Yenín, y a cinco en el campo de refugiados Nur Shams de Tulkarem. Un comunicado castrense afirmó que entre los cinco muertos en Tulkarem figura Muhamad Jaber, conocido también como Abu Shujaa. Según Yihad Islámica, era su comandante en Nur Shams. Por otra parte, el Club de Prisioneros Palestinos afirmó que al menos 45 personas han sido detenidas en Cisjordania desde el miércoles. La versión israelí es que las detenciones fueron solo diez.
Globalmente, desde octubre pasado la violencia se ha recrudecido en Cisjordania, que Israel ocupa desde la guerra de los Seis Días de 1967. La ONU cifró el miércoles pasado en al menos 637 los palestinos abatidos por el Ejército israelí o por colonos judíos desde la fecha de la matanza terrorista de Hamás en suelo israelí. Al menos 19 israelíes, incluyendo soldados, murieron en ataques palestinos o en operaciones del Ejército durante el mismo periodo, según datos oficiales israelíes.
Por su parte, en la tarde del viernes, Hamás pidió a la población de Cisjordania unirse con vistas a repeler la «agresión» del Ejército israelí en el marco de la ofensiva militar en varias gobernaciones del norte. «Las masacres, los crímenes y las violaciones de la ocupación en Cisjordania no socavarán la firmeza de nuestro pueblo», instaba la organización islamista palestina en un comunicado antes de pedir a población y combatientes unirse «para detener la invasión y el comportamiento criminal» de Israel. Hamás ha asegurado que Israel tiene un «plan» para «apoderarse» de Cisjordania y «expulsar» a la población, en alusión a las declaraciones del canciller Israel Katz, que deslizó la posibilidad de evacuar temporalmente a los residentes cisjordanos por «seguridad».
Entretanto, Israel prosigue su ofensiva contra Hamás en Gaza. Tel Aviv volvió a bombardear el oeste de ciudad de Gaza y una fuente médica del hospital Nasser, en el sur de la Franja, señaló que al menos tres personas murieron cerca de Jan Yunis. Los bombardeos israelíes también mataron a dos personas en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte, informó la agencia de Defensa Civil del territorio, gobernado por Hamás desde 2007. Fuentes militares israelíes anunciaron haber concluido una operación de un mes en el sur y el centro del territorio al acabar con la vida de más de 250 «terroristas». Desde la cadena catarí Al Jazeera se reportaba la retirada de las FDI de varias zonas en Jan Yunis.