Inicia bloqueo de X en todo Brasil: Elon Musk asegura que están “destruyendo la democracia”
Brasil amaneció este sábado 31 de agosto con el bloqueo de X tras la orden del juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes. Los usuarios que intentan acceder a la plataforma solo pueden ver los mensajes que habían cargado previamente, sin posibilidad de actualizar contenido ni visualizar novedades, tanto dentro como fuera del país. Esta medida se tomó debido a que la empresa no ha nombrado un representante legal en Brasil, una exigencia del Código Civil.
Las operadoras de internet y telecomunicaciones en Brasil están cumpliendo con la orden judicial, que fue emitida en un plazo de 24 horas. La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) notificó a 20.000 operadores para bloquear el acceso a la red social. Carlos Baigorri, presidente de Anatel, explicó que las grandes operadoras ejecutarán la orden rápidamente, mientras que las más pequeñas podrían tardar más en cumplir con la medida.
El origen del conflicto entre X y la Corte Suprema de Brasil
El conflicto comenzó cuando X cerró su oficina en Brasil y no nombró un representante legal, como lo exige la ley brasileña. Esta situación se agravó durante las campañas para las elecciones municipales de octubre, ya que la empresa no cumplió con las órdenes judiciales para bloquear perfiles que promovían contenido antidemocrático.
El empresario Elon Musk, propietario de X, respondió a las órdenes de la Corte Suprema defendiendo el derecho a la “libre expresión” en su plataforma y llegó a criticar duramente al juez Moraes. Sin embargo, la falta de un acuerdo llevó a Moraes a emitir un ultimátum que culminó con la decisión de suspender el servicio en todo Brasil.
"La libertad de expresión es la base de la democracia y un seudojuez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos", reaccionó en X el magnate, quien ha calificado al magistrado de "dictador malvado".
Consecuencias legales y la respuesta del Gobierno brasileño
Además de la suspensión de X, el juez Moraes ordenó el bloqueo de los fondos de Starlink, otra empresa de Musk, para garantizar el cobro de las multas impuestas por la desobediencia de X. Aunque la empresa apeló la decisión, otro juez, Cristiano Zanin, respaldó la postura de Moraes, lo cual fortaleció la determinación de la Corte Suprema.
El procurador general de la República, Paulo Gonet, expresó su apoyo a la decisión de Moraes y enfatizó que “no se puede incumplir una orden judicial en un Estado de derecho”. Gonet argumentó que se cumplen todos los requisitos legales para la aplicación de las medidas impuestas a la red social X.
Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva destacó que cualquier empresa que opere en Brasil debe respetar la Constitución y las leyes del país. En una entrevista, Lula criticó a Musk y afirmó: “¿Quién se cree que es? Tiene que respetar la decisión de la Corte Suprema de Brasil”.
Implicaciones para la libertad de expresión y el futuro de X en Brasil
La medida ha generado una intensa discusión en Brasil, donde la opinión pública se encuentra dividida. Mientras algunos sectores, especialmente los de ultraderecha, critican la decisión como un atentado contra la libertad de expresión, otros la ven como una acción necesaria para proteger la democracia y garantizar el cumplimiento de las leyes nacionales.
El juez Moraes, en un evento reciente, advirtió sobre la instrumentalización de las redes sociales para atacar la democracia a nivel global, mencionando el caso de Telegram en Francia como un ejemplo de este fenómeno. Según Moraes, las instituciones y leyes deben adaptarse para enfrentar este nuevo desafío y asegurar que las plataformas digitales no sean utilizadas de manera ilícita.
El caso de X en Brasil sigue desarrollándose y se espera que la Corte Suprema lleve la decisión a una sesión plenaria para darle más legitimidad. Este enfrentamiento entre el Poder Judicial brasileño y una de las redes sociales más grandes del mundo podría sentar un precedente importante sobre cómo los Gobiernos regulan las plataformas digitales en un contexto de creciente polarización política.