Hablar ‘en digital’ agilizará comunicación entre servicios de salud públicos y privados
El sistema de salud se puede comparar hoy con una presa matutina, en la que la información entre sus diferentes actores no se mueve de manera fluida: todavía hay muchos nudos o cuellos de botella, lo que genera peligrosos tapones donde los usuarios de los servicios, tanto públicos como privados, difícilmente se comunican entre sí.
“Hablar en digital” por medio de la implementación y unificación de tecnologías puede abrir camino y mejorar la experiencia de quienes acuden a los servicios de salud todos los días, consideran expertos en transformación digital que participaron en el sétimo Foro de Salud, organizado por La Nación.
Según el Monitor Mundial de Salud Digital, una herramienta que mide el desempeño de los países en 23 indicadores, Costa Rica obtuvo 3 de 5 puntos posibles en 2023 y 2024.
Si bien hubo progreso en legislación y gobernanza, la interoperabilidad y la carencia de profesionales especializados continúan siendo los principales obstáculos, según este monitor global.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la interoperabilidad como el intercambio de datos entre instituciones para crear un ecosistema de salud.
En un intento por asegurar esta interoperabilidad, el Instituto Nacional de Seguros (INS), el Instituto Costarricense sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se comprometieron a compartir datos en el Expediente Digital Único en Salud (EDUS), la plataforma que guarda la información de las personas adscritas a la CCSS.
Desirée Rojas, médica que se ha especializado en gestión sanitaria y transformación de negocios, está convencida del potencial que existe en Costa Rica para liberar esos cuellos de botella que hoy impiden el tránsito de la información.
No obstante lo anterior, Rojas sostiene que las organizaciones siguen trabajando de forma aislada. Aunque los datos existen, están en distintos sistemas y no están consolidados, advierte.
Al no tener una red de datos compartida, Rojas indicó que los pacientes llegan a los servicios de salud desde distintas organizaciones y no hay trazabilidad de sus referencias. En otras palabras, un mismo examen médico se envía más de una vez, se entorpece el proceso de diagnóstico y se pierden minutos críticos para la toma de decisiones.
Según la especialista, una red de información compartida en el sector salud puede llegar a ahorrar el 5% del producto interno bruto (PIB), recursos que bien pueden utilizarse para reforzar otras áreas críticas no solo en salud, también en educación o infraestructura pública.
‘Hablar en digital’ debe ser meta de todas las instituciones
Manuel Rodríguez, coordinador del EDUS, insistió en que para lograr un ecosistema en salud digital no se puede ver la Caja como “el prestador”. Por el contrario, dijo, debe haber sinergia entre el sector público, privado y la rectoría del Ministerio de Salud.
A la fecha, las intenciones para alcanzar ese objetivo apenas están sobre el papel pero aún no se han materializado.
En octubre de 2023, el Ministerio de Salud anunció una hoja de ruta para la transformación digital que detalla los objetivos de aquí al 2030; entre ellos, iniciativas y fases para conectar los sistemas de información.
En el Foro de Salud, realizado el 19 de agosto, Daniel Quesada, del Ministerio de Salud, explicó que hacen esfuerzos para ver resultados y evitar que todo el trabajo “se quede en el papel, como muchas veces nos ha pasado”.
En otros países, esta conversación sobre la digitalización del sistema de salud y su interoperabilidad camina “a otra velocidad”, aseguró Rodolfo Garbanzo, director médico del Hospital Clínica Bíblica y vicepresidente de la Cámara Costarricense de la Salud.
Por ejemplo, en Estonia. Ahí más del 99% de los datos generados por hospitales y personal médico están digitalizados.
Los usuarios tienen acceso a sus historiales médicos digitales, asisten a consultas en línea y, cuando alguien fallece se envían automáticamente notificaciones a su lugar de trabajo, a la agencia tributaria y al registro de población.
Recurso humano digital: un desafío
El Monitor Mundial de Salud Digital y expertos coinciden en apuntar otro gran reto para la transformación digital en Costa Rica: el recurso humano.
En esta categoría, Costa Rica obtuvo 3 puntos de 5 posibles. Sin embargo, al analizar el desarrollo de trayectorias profesionales en el sector público de la salud digital, la herramienta le dio a Costa Rica la calificación más baja: un 1.
“Esto es un idioma nuevo que viene desde la niñez. La digitalización de la salud tiene que iniciar desde las escuelas”, señaló Desirée Rojas, quien además hizo énfasis en la necesidad de que las carreras profesionales en salud tengan ese “idioma” incorporado para que el mundo digital no sea un enigma y pueda haber una verdadera adaptación tecnológica.
Gobierno presentó estrategia para impulsar la transformación digital del país
Los expertos coincidieron en que la salud digital continúa ausente en los planes de estudio de las diferentes universidades.
Daniel Quesada dijo que ya se llevó a cabo una primera propuesta para modificar la malla curricular e incorporar el análisis de datos y salud digital. Esto se hizo en conjunto con la Federación de Colegios Profesionales Universitarios.
Además, el funcionario de Salud indicó que debe variar la contratación para contar con los perfiles profesionales necesarios dentro de la institución: “Si no hacemos esto en este momento, no vamos a poder avanzar directamente”.