Robert Lewandowski y
Jakub Kaminski protagonizaron ayer, antes del entrenamiento de la selección polaca previo al doble compromiso de Nations League ante Escocia y Croacia, un divertido episodio en el hotel de concentración del que se han hecho eco varios medios locales y que deja patente, entre otras cosas, que la diferencia generacional causa estragos. En el sentido más simpático.
Seguir leyendo...
