Por Rafael Carpintero Ortega. En turco hablado tienen la manía de usar continuamente vocativos. Y cuando digo continuamente quiero decir al final de casi cada frase. Muchas veces son nombres de respeto tipo
usta (‘maestro, artesano’) o
hocam (‘maestro [mío], académico’); o títulos otomanos pasados por agua como
efendi,
bey o
hanım y sus compuestos
beyefendi y
hanımefendi (estos últimos también se pueden usar como chulería: «Mire usted, señor mío»). Con policías y militares, el rango, por supuesto, aunque al policía de a pie no se le llama
agente, que tendría connotaciones de agente provocador, sino
señor funcionario (
memur bey). En fin, hay muchas posibilidades, algunas curiosas como que los porteros de los edificios son siempre
efendi porque era oficio típico de griegos rumíes y es palabra griega. [...]