Ni un día sin agitar el fantasma de la derecha y la censura. Esta parece ser la consigna en el Ministerio de Cultura, que en el inicio del nuevo curso político ha aprovechado la primera oportunidad para levantar esa «bandera de la cultura» que tanto ondea Urtasun para criticar a PP y Vox. ¿La excusa? El homenaje del Instituto Cervantes al poeta valenciano Vicent Andrés Estellés , cuyo centenario ha levantado ampollas políticas en la Comunidad Valenciana. Así que el número dos de Urtasun, Jordi Martí , se coló este miércoles en la entrega del legado 'in memoriam' del poeta en la Caja de las Letras para hablar de tiempos «no tan fáciles» y de decisiones «incomprensibles». Martí, cuya presencia en el homenaje del Cervantes no estaba prevista, aprovechó su intervención para recordar que, hace unos meses, PP y Vox usaron su mayoría en el Parlamento valenciano para rechazar una propuesta de Compromís de declarar el 2024 como Año Estellés. «Se le puede negar un homenaje como el que el colectivo Estellés quería impulsar en los países valencianos? Era incomprensible. Nos dolió», dijo el secretario de Estado de Cultura. «Era un imperativo ético, no solo político, estar al lado de todos aquellos que, en pleno siglo XXI, tengan que ver cómo algunas instituciones representativas negaban no solo el apoyo económico, material, sino el soporte a esta iniciativa». El pasado mes de marzo, en plena polémica, Urtasun apadrinó en Valencia la agenda de actividades para la celebración del centenario de Vicent Andrés Estellés. «El ministerio reaccionó y actuó», destacó hoy Martí. «Sus poemas cantan a la vida y al amor. Por eso, no quiero aguar la fiesta, nos sorprendió tantísimo que alguien con este legado, indiscutiblemente con un compromiso cívico, y en particular con un compromiso en defensa del valenciano, del catalán, de la lengua, se le negara un homenaje. Una lengua no es un capricho, una lengua cura el pensamiento, una lengua nos hace, nos define individual y colectivamente», añadió el secretario de Estado, que agradeció igualmente a la familia de Estellés su «compromiso por mantener el legado en situaciones y condiciones que, desgraciadamente, tampoco son tan fáciles». El secretario de Estado de Urtasun sacó así pecho del trabajo hecho por el ministerio que gestiona Sumar en un acto organizado por el Instituto Cervantes, que depende de Exteriores... y del PSOE. Porque esta es la otra lectura de la intervención de Martí: su discurso fue también una manera de marcar terreno frente a sus socios en el Gobierno, con quienes mantienen desde la firma del acuerdo de coalición un enfrentamiento mal disimulado por capitalizar las iniciativas culturales. En la convocatoria inicial del Cervantes no estaba anunciada la presencia de Martí, pero finalmente acudió para soltar su mensaje político. También acudió, aunque no habló, el expresidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig , y algún representante de la Academia Valenciana de la Lengua, pero ni rastro del gobierno valenciano actual. Según informa Ep, la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo asegura que no ha recibido ninguna invitación para asistir al acto. Desde la integración de las competencias de Cultura en Educación el pasado mes de julio, cuando Vox abandonó el Gobierno, la Consellería ha acudido «con normalidad» a todos los actos y homenajes organizados con motivo del Año Estellés a los que se ha invitado. Este acto se solapó con el inicio del curso político a cargo de Pedro Sánchez, que se celebró también en el Cervantes. El director del instituto, Luis García Montero, antes de abandonar el homenaje a Estellés para salir al encuentro de Sánchez, tuvo tiempo de celebrar el legado del poeta valenciano en un discurso mucho más comedido. García Montero destacó que Estellés, fallecido en 1993, «ha firmado algunas de las obras más altas de la poesía catalana del siglo XX y uno de los cantos más firmes de la lírica de nuestro país». A su juicio, el poeta valenciano «no dejó de reivindicar por encima de todo el derecho a la alegría». La directora general del Libro, María Jesús Gálvez , ensalzó por su parte la necesidad de preservar la conciencia colectiva, «y hacerlo abiertos a la pluralidad, a los distintos territorios y las distintas lenguas de un país; es un ejercicio de democracia que emociona».
