Respaldo del Papa a una minoría más que floreciente
Fe, fraternidad y compasión. Son las tres palabras que dejó el Papa como legado a la Iglesia indonesia, en el encuentro que mantuvo en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Yakarta con lo obispos, sacerdotes, religiosos y catequistas del archipiélago. Con estos tres ejes les invitó a relacionarse con apertura «con las diversas realidades que la componen y la rodean, a nivel cultural, étnico, social y religioso, valorando la contribución de todos y dando generosamente la suya en cada contexto».
Para Francisco, anunciar el Evangelio «no significa imponer u oponer la propia fe a la de los demás, no significa hacer proselitismo, significa dar y compartir la alegría del encuentro con Cristo siempre con gran respeto y afecto fraterno por todos». No hay que olvidar que, cifra arriba, cifra abajo, los católicos indonesios rondan los ocho millones lo que supone poco más de un tres por ciento sobre una población que ya ha superado los doscientos ochenta millones de habitantes. De ellos se declaran musulmanes nueve de cada diez, atribuyendo a este país el récord mundial del seguimiento al profeta Mahoma.
En este contexto, instó a los católicos a permanecer «abiertos y amigos de todos, profetas de comunión, en un mundo en el que la tendencia a dividirse, imponerse y provocarse mutuamente parece crecer cada vez más». A partir de ahí, lanzó a los presentes una advertencia: «¿Saben quién es la persona que hace las divisiones más grandes del mundo? ¿Sabes quién es? El gran divisor, que siempre divide, divide... Jesús une y esto divide. Es el diablo. ¡Tengan cuidado!».
Esta llamada a la comunión la hizo en una Iglesia en pleno apogeo. Un solo dato confirma lo que estamos diciendo: en los últimos diez años el número de parroquias en la capital Yakarta ha aumentado en siete unidades y está en perspectiva la apertura de otras tres en un futuro no lejano. Fenómenos similares se producen en algunas de las islas del archipiélago especialmente en la de Flores, bastión histórico del catolicismo indonesio.
Un campo donde la Iglesia católica tiene una presencia muy consistente y apreciada es el de la educación. Tampoco está ausente el catolicismo en la asistencia hospitalaria y caritativa. Son suyos 131 hospitales, 1126 orfanatos y numerosas casas para ancianos o inválidos, leproserías y diversos centros caritativos.