A pesar de ser un miércoles noche, la pradera del Monasterio de la Cartuja se transformó en un escenario que, bajo un cielo de estrellas, albergó uno de los conciertos más esperados del verano en el PopCAAC 2024: la presentación de Los Planetas. Este ciclo de conciertos, que ha ganado popularidad con el paso de los años, se trasladó en esta edición a la pradera del Monasterio, un cambio que permitió que un mayor número de asistentes disfrutaran de una velada cargada de nostalgia , música y emociones a flor de piel. La expectación en torno al evento era palpable desde días antes, con las redes sociales llenas de mensajes de fans que no podían esperar para ver en directo a la banda granadina. El PopCAAC es conocido por ser un festival que recoge lo mejor del panorama musical alternativo, y este año, la inclusión de Los Planetas en el cartel no solo era un acierto, sino una especie de regalo para aquellos que han seguido la trayectoria del grupo desde sus inicios en los años noventa . La noche además tenía un toque más especial, ya que durante la mañana de ayer se anunció que 'Segundo premio', la película sobre Los Planetas rodada en Granada, era uno de los nombres más fuertes para representar a España en los Oscar. El próximo 18 de septiembre, saldrá a la luz el listado definitivo que dará a conocer cuál será la elegida para representar al país en la categoría de Mejor Película Internacional. Los Planetas han estado recorriendo diversos escenarios de la geografía española, con motivo del 30 aniversario de su debut , 'Super 8', reviviendo los temas de un álbum que, para muchos, definió la banda sonora de su juventud. Este concierto en particular, además de conmemorar dicha efeméride, se convirtió en una especie de peregrinación musical para los seguidores, quienes acudieron en masa a la pradera del Monasterio. El ambiente era único, uniendo a generaciones distintas desde los que crecieron con la banda hasta los más jóvenes, atraídos por la leyenda de Los Planetas. El concierto comenzó casi puntual con algo menos de diez minutos de retraso, con la caída de la noche. La banda, tomó el escenario con una energía que no hacía más que aumentar las expectativas del público. Desde los primeros acordes de 'De viaje', quedó claro que la noche sería un viaje al pasado, pero también una reafirmación del legado del grupo. El sonido llenó la pradera, haciendo vibrar tanto a los que coreaban cada letra como a aquellos que simplemente se dejaban llevar por la atmósfera envolvente. El setlist siguió el orden original del álbum, algo que los más puristas agradecieron profundamente. 'Qué puedo hacer', 'Si está bien' y 'Jesús' resonaron con una fuerza que transportaba a todos a una época en la que la música indie en España comenzaba a tomar forma . A medida que avanzaba el concierto, la conexión entre la banda y el público se hacía más palpable. Jota, conocido por su carácter introvertido, se mostró sorprendentemente cercano, agradeciendo a los asistentes por permanecer junto al grupo durante tres décadas de música. Sin embargo, el concierto no se limitó a un simple repaso de 'Super 8'. La banda tenía preparada una sorpresa para los más devotos, interpretando 'Segundo premio' y 'Un buen día', dos de sus temas más aclamados, que fueron recibidos con una ovación ensordecedora. Era evidente que, aunque el aniversario de 'Super 8' era el motivo central de la gira, Los Planetas querían regalar a su público un repaso por algunos de sus éxitos más emblemáticos. Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con 'Santos que yo te pinto', que despertó las voces de los sevillanos acompañados por una interpretación desgarradora de Jota hizo que la multitud se sumiera en una especie de trance colectivo. El momento cumbre de la noche llegó con los bises, donde la banda ofreció a sus seguidores una joya inesperada: 'David y Claudia' y 'Nuevas sensaciones'. Estas canciones, fueron recibidas con una mezcla de sorpresa y euforia, como un regalo inesperado que hacía aún más espacial este viaje a través de la música. Al finalizar el concierto, el sentimiento general entre el público era de gratitud y satisfacción. Los Planetas habían cumplido, y con creces, las expectativas de una noche que muchos recordarán durante años. La banda, a pesar de los cambios en su formación y el paso del tiempo, demostró que sigue siendo un referente indiscutible del indie español, capaz de reunir a miles de personas en un espacio tan singular como la pradera del Monasterio de la Cartuja. El PopCAAC de este año, con Los Planetas como uno de los platos fuertes del festival, cerró su segunda noche, dejando claro que la música, cuando se mezcla con nostalgia y pasión, puede crear momentos verdaderamente mágicos. Y así, bajo el relente de la noche, los acordes de 'Mi hermana pequeña' se desvanecieron en un adiós, dejando en el aire la promesa de que, mientras existan canciones como estas Los Planetas seguirán brillando como siempre.
