Muestra el mensaje que le ha mandado su casero tras la queja de un vecino: «No estoy para dramitas»

La convivencia en comunidades de vecinos puede traer momentos incómodos, especialmente cuando surgen quejas por asuntos menores que, sin embargo, incomodan a una o más personas. Para los inquilinos, estas situaciones a menudo son más complicadas, ya que no siempre cuentan con el respaldo de su casero para resolver los problemas de manera efectiva. No es precisamente el caso de Amalia, una usuaria de TikTok que ha compartido en su perfil una peculiar experiencia que vivió en su piso de alquiler. Su casero, explica, le transmitió una queja recibida en una junta de vecinos por el mal uso de una plaza de garaje. Sin embargo, lejos de enfadarse, terminó pidiéndole disculpas él a ella. Según explica Amalia, su casero consideraba que «no es motivo» para escribirle, pero se veía obligado a hacerlo por ser parte de sus responsabilidades. El alquiler de Amalia incluye una plaza de garaje, que se encuentra junto a otra que rara vez está ocupada. Durante los tres meses que lleva en el piso, apenas ha visto al dueño de la plaza contigua. «Mi coche estaba dentro de mi plaza, pero no estaba, cómo decirlo, a la misma distancia de la línea blanca izquierda que de la derecha», señala Amalia en el vídeo, explicando que el dueño de la plaza contigua consideraba que el vehículo estaba demasiado cerca de su espacio, dificultándole aparcar. Para respaldar su queja, el vecino incluso envió una fotografía a la comunidad. Al revisar la imagen, el casero de Amalia se sintió incómodo, ya que, según su propio criterio, el coche estaba bien aparcado . A pesar de la incomodidad, Amalia agradeció a su casero por haberle informado. «Le he dado las gracias por decírmelo, porque obviamente lo último que me apetece es tener 'dramitas' con la gente», expresa la joven en su vídeo, intentando quitarle hierro al asunto. Amalia termina su anécdota con un comentario sarcástico, asegurando que le pidió a su casero que, si llegaba a averiguar quién había sido el vecino que presentó la queja, le informara. «Le he pedido que si se entera de quién es que me lo diga, que tengo unas autoescuelas divinas a las que poder asistir para aprender a aparcar«, añade con tono irónico , dejando en claro que no quiere más problemas por algo tan trivial.