Dabiz Muñoz , el mejor chef del mundo tres veces consecutivas, continúa abriendo líneas de negocio dentro de su holding gastronómico. El cocinero de DiverXO , tres estrellas Michelin en Madrid , acaba de inaugurar un concepto de restauración con su firma en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Lo ha hecho en una joint venture del Grupo UniverXO con Avolta, uno de los operadores internacionales más potentes de 'travel retail' y restauración aeroportuaria. El restaurante, bajo el nombre de Hungry Club , ha abierto sus puertas en la terminal satélite de la T4 (T4s) del aeródromo madrileño. Es el primero de una cadena que espera extender a otras ciudades –entre ellas Barcelona o Palma de Mallorca– y que llega con un concepto de cocina sencilla, pensada para llevar y con algunos toques viajeros que caracterizan a Muñoz. Se define como el «único club para exploradores del sabor». Pero, ¿qué se puede comer por el momento en el Hungry Club de Barajas? ¿Cuánto cuesta hacerlo? La propuesta se divide en sándwiches, pizzas , hot dogs, yakisobas y un apartado dulce con el gran reclamo de la tarta de queso de Cristina Pedroche . Hay tres bikinis –llamados 'bikiny' en la carta–, sumándose a la moda de estos bocadillos y que se sirven de jamón cocido y queso gouda; el mismo pero trufado y el de costilla de cerdo deshilachada, queso y salsa barbacoa. La cocina entre panes continúa con un capítulo dedicado al huevo. El más sencillo parte de poco más de 14 euros y el más caro, el último, no supera los 17 euros. Bajo el título 'Huevos voladores' aparece un pincho de tortilla –jugosa, apuntan– en pan de hamburguesa ; un sándwich americano de huevos revueltos y bacón; una versión italiana con stracciatella y pesto ; y una tostada con huevo benedict a la que da un toque japonés con furiyake –un condimento nipón en polvo muy popular que puede llevar algas, semillas tostadas e incluso pescado seco–. Sus precios están en una horquilla de entre 15 y 17 euros, siendo el último el más caro. También aparecen un par de perritos calientes con alma asiática –una de las cocinas que más gustan a Dabiz Muñoz–. En concreto, hay una versión thai y otra china. La primera, aderezada con salsa barbacoa al estilo koreano y mango al curry ; la segunda lleva un relish –salsa basta de verduras y frutas encurtidas–. No superan los 14 euros. Los yakisobas son los platos más contundentes y elaborados de la carta de Hungry Club. Hay dos versiones: ramen y laksa. De la primera, de origen japonés, hay uno seco –de salmón– y otro con caldo –de jamón y contramuslo de pollo–. La laksa , típica de Malasia, lleva tofu, langostinos y huevo. Son los platos más caros de la carta, sin superar los 25 euros. Las pizzas, también con tres recetas, hacen guiños a España, México y Corea. Una con jamón ibérico, otra con carne al pastor y la última con una boloñesa con kimchi . Están en la línea de precio de los yakisobas. En la parte dulce, que llaman 'Sweet gate' –puerta dulce–, se siguen tendencias como los flat croissants que se hornean aplastados y que suelen bañarse con coberturas de todo tipo y toppings. Aunque el gran atractivo de este apartado es la tarta de queso de la Pedroche –casi 17 euros–.
At last, democracy has come to Helldivers 2: A new Democracy Space Station lets players vote on which planet gets bombarded for truth and justice every 24 hours
Take-Two boss gets philosophical about 'entropy' and life after Grand Theft Auto: 'If we're not trying new things ... we're really running the risk of burning the furniture to heat the house'
Material scientists create a new compound that has a thermal resistance up to 72% lower than some of the best liquid metals
The unholy union of Pizza Hut and PS5 exhaust fumes has created the PIZZAWARMR, a 3D-printed box you can build for free to foul up your PlayStation and warm pizza