El gurú de Boris Johnson diseña su propio partido: «The Startup»
Dominic Cummings siempre ha sido un tipo de extremos. Unos le consideran «un auténtico genio». Aunque son más los que le definen como un «psicópata de manual». Excéntrico, egocéntrico, despiadado, con un estilo de vestir desaliñado y modales que hacen tremendamente complicado trabajar con él, el estratega fue el cerebro de la campaña euroescéptica que logró el triunfo del Brexit. Cuando Boris Johnson se mudó a Downing Street no dudó en ficharle, convirtiéndole en el hombre que movía todos los hilos en el Gobierno. Aunque su relación laboral no acabó especialmente bien. Fue despedido en 2020 en medio del escándalo.
Pero la que ha sido una de las figuras más controvertidas de Reino Unido está haciendo nuevos esfuerzos para volver a insertarse en el centro de la política británica preparando un nuevo «partido antisistema» para reemplazar a los tories tras la humillante derrota cosechada en junio en las urnas, cuando pusieron fin a una era de catorce años en el poder.
Tal y como ha explicado en su blog quiere una nueva formación centrada en cuestiones como la reducción de la inmigración, el cierre de lagunas fiscales para «el 1 por ciento» (porcentaje que representa a los super ricos), la inversión en servicios públicos y la reforma radical de la función pública.
El nombre provisional es «The Startup Party (TSP)» y Cummings quiere que esté lleno de empresarios, trabajadores del sistema nacional de salud pública y veteranos militares. Su objetivo es reclutar «bichos raros e inadaptados» y explica que su papel en la formación sería «similar al del verano de 2015» con la campaña Vote Leave, cuando iba en bicicleta pidiendo a la gente que dejara sus trabajos y se uniera a su startup: «encontrar a gente estupenda y ayudarla a trabajar en equipo».
Debido a su reputación divisiva es más que complicado que el proyecto consiga finalmente salir a la luz. No obstante, sólo los planes ya están creando un ruido suficiente en Westminster, mermando, aún más, la reputación de los tories en pleno proceso de primarias para elegir nuevo líder tras la dimisión de Rishi Sunak. Cummings –que, ya antes de conseguir el Brexit, lideró la campaña para que los británicos no se unieran a la zona euro– siempre se ha considerado un auténtico «outsider» y está completamente obsesionado con la tecnología y la inteligencia artificial. Estando como poderoso estratega en Downing Street ya quiso cambiar por completo el sistema, declarando la guerra a las instituciones, entre ellas, la BBC y los funcionarios. En enero de 2020, publicó en su blog un anuncio donde literalmente ponía que estaba buscando a «raros» e «inadaptados».
Unos le ven como un loco, excéntrico o egocéntrico, pero intelectualmente brillante. Otros consideran que está más que sobrevalorado: «No es el Mesías. Es solo un puto gilipollas», aseguró en su momento un miembro del gabinete tory. Hijo de un gerente de proyecto de una plataforma petrolera y una maestra para niños con necesidades especiales, Cummings nació en Durham, en 1971 y estudió historia moderna en la Universidad de Oxford. Está casado con la periodista Mary Wakefield, de la reputada revista Spectator, considerada biblia para los conservadores. Después de tres años viviendo en Rusia se convirtió en director de campaña de «Business for Sterling», para impedir que Reino Unido se uniera a la zona euro.