Ubicada a 35 kilómetros al norte de la ciudad de Cáceres, en plena cuenta del río Tajo, se encuentra Garrovillas de Alconétar , una villa de estrechas y pintorescas calles y monumentos con miles de años de antigüedad. El punto de partida de toda ruta por este coqueto pueblo es su plaza de la Constitución, una plaza medieval formada por veinte casas de dos plantas con soportales de columnas y arquerías de ladrillos y una dimensión de más de 4.000 metros cuadrados. De esta se dice que es uno de los conjuntos de arquitectura más valiosos de la Península, pero hay que acercarse hasta uno de sus templos religiosos para conocer uno de sus mayores reclamos turísticos y el elemento del patrimonio artístico de la localidad más preciado, su órgano renacentista. La iglesia de Santa María de la Consolación , ubicada en la plazuela de las Nieves, es un templo de estilo gótico de sillería y mampostería granítica, que se terminó de construir en 1520, del que los expertos destacan su atrevido diseño por la inusual anchura de su única nave que presenta tres tramos de bóveda de crucería sobre arcos escarzanos. En su interior llama la atención el retablo de estilo renacentista de la capilla de la Merced, de Antonio Barón Calzada , experto en Goya y Velázquez, que presenta Los Misterios del Rosario en veinte tablas. Visto esto es momento de acercarse a los pies del templo, lugar en el que se ubica el coro, para descubrir uno de los instrumentos musicales más importantes del patrimonio histórico de Extremadura, el órgano renacentista en uso litúrgico más antiguo de la península ibérica. En Europa son cuatro los órganos que destacan por su antigüedad y que aún están en servicio, tres de ellos en Alemania -en las iglesias de St Andreas en Ostönnenn, de Rysum y de San Valentin de Kedrich-, y el cuarto en Suiza, en la basílica de Valére, en Sión. Las fechas de construcción de todos ellos están comprendidas entre 1430 y 1520, por lo que el de este pueblo cacereño, que se estima podría haber sido realizado en 1550, podría incluirse en esta exclusiva lista siendo, por tanto, también uno de los más antiguos del continente. Los documentos encontrados dan testimonio de su antigüedad con la remuneración, en 1578, de 6.000 maravedíes anuales del primer organista conocido, Francisco Díaz , que se mantuvo en el cargo hasta 1594. El órgano estuvo durante muchos años abandonado en el lateral del coro hasta que dos músicos lo rescataron del olvido, Miguel del Barco Gallego , organista, compositor y autor del Himno de Extremadura, y Carmelo Solís Rodríguez , archivero y maestro de la catedral de Badajoz. Su interés y trabajo hicieron que la diputación de Cáceres se encargara de su rehabilitación. Fue en 1987 cuando se llevaron a cabo estos trabajos por parte del organero holandés Gerard De Graf. La amistad entre los organistas Miguel del Barco Díaz y Francesco Cera hizo que este segundo se interesase por las características del órgano garrovillano. Esta unión dio lugar a que en el verano de 2017 el italiano, uno de los intérpretes de mayor reputación en el repertorio de órgano barroco, decidiera grabar un disco interpretando la música de Francisco Correa de Arauxo (1584-1654). Para ello se encerró tres días en esta iglesia con esta pieza de museo. Para velar por la conservación de este instrumento, declarado Bien de Interés Cultural , se ha creado una Asociación con el nombre de Domingo Marcos Durán, en memoria y homenaje del autor garrovillano que publicó, en 1492, el primer tratado de música en castellano Lux Bella. Su forma exterior recuerda a los primeros órganos góticos europeos de mediados del siglo XV en los que la parte sonora también se cerraba con puertas. Existen cinco castillos en la fachada con cinco tubos en cada castillo, por arriba cerrados con ornamentos del Renacimiento. La parte inferior, que fue modernizada en el siglo XVII, contiene un teclado de 42 teclas, los naturales con uñas de boj y un ornamento de acolada por debajo. En la planta baja de la iglesia hay un reproductor de su sonido con tres temas a elegir para hacerse una idea de cómo suena.
