Luis Enrique y Míchel, a besos en París antes del sueño del Girona

Míchel y Stuani son el Girona . El primero es un exfutbolista y entrenador madrileño; el segundo, un delantero uruguayo. Ambos se criaron y crecieron en el fútbol modesto, y ambos han llevado a un equipo catalán modesto a la competición de clubes más importante del mundo: la Liga de Campeones. El Girona se estrena hoy en la élite balompédica ante uno de los ricos y famosos, el París Saint Germai n (PSG), y Stuani (37 años) acompañó a Míchel (48) en la primera rueda de prensa europea de la entidad. Hace seis meses, el entrenador fue categórico: «Stuani es el jugador más importante de la historia del Girona. Lo sigue demostrando con su nivel de compromiso con el club y el vestuario. Se merece lo que le está pasando y nos acerca a Europa. El primer partido que juguemos en Europa él llevará el brazalete de capitán». El equipo rojiblanco se acercó tanto a Europa que se metió en la Champions, así que, pese a que el uruguayo no ha sido aún titular en la Liga, Míchel cumplirá su promesa. Ante una cita de este calibre intenta recuperar el espíritu, y el juego, que les ha llevado hasta el Parque de los Príncipe s. Y el charrúa, claro, no ocultó su ilusión: «Es un orgullo y un honor ser parte de todo esto, es muy especial. No solo por lo que significa para nuestro club, sino por todo lo que yo he vivido aquí. Estoy enormemente agradecido al míster por su gesto». «Ojalá poder marcar un gol, dos o los que se puedan. En Champions no tengo experiencia y será mi primer partido, pero todo el camino que he tenido que vivir en el fútbol para llegar hasta aquí me ha dado una madurez que pueda ayudar a los compañeros para ayudar dentro y fuera del terreno de juego», añadió el goleador. A su vera, ante periodistas de diferentes países, Míchel también exhibió un controlado regocijo: «Hemos llegado a un lugar que nos merecemos y Stuani se merece más que nadie estar en el once. Estamos ilusionados, motivados. Es un sueño y hay que disfrutarlo. El crecimiento de este club se demuestra con momento como este y tenemos que dar nuestra versión y disfrutar». Cuando le preguntan por el PSG, su respuesta fue de manual: «Es un equipo muy fuerte. El año pasado llegó a semifinales y hasta ahora lo ha ganado todo en su país y lleva una media de 4 goles por partido. Ha perdido a Mbappe, pero son un equipazo, juegan en casa y es nuestro primer partido europeo. Solo pido dar nuestra mejor versión, con personalidad y carácter. Ser reconocibles en nuestra idea». En esa misma línea, Míchel alabó a Luis Enriqu e, su homólogo en el banquillo rival: «Ha tenido éxitos en clubes y a nivel de selecciones. Para mí es un referente. Su idea de juego me parece espectacular. Siempre mira a portería rival. Si te tiene que dominar lo hace, si ha de jugar rápido lo hace. Sobre todo no renuncia a la idea de ser vertical y agresivo. Intentaremos que se lo vuelva a pasar bien y que hagamos honor a sus palabras». Fue la caballerosa réplica del técnico vallecano a los generosos elogios hacia él escuchados por boca del entrenador asturiano del PSG horas antes en esa misma sala de prensa. «Tengo que decir que el año pasado vi prácticamente todos los partidos del Girona -confesó Luis Enrique-. Sin ninguna duda, fue uno de los equipos más divertidos de ver. Hicieron un fútbol maravilloso y lideraron la Liga durante muchas jornadas. Es un equipo que presiona muy bien y tiene un gran entrenador. ¿Qué Girona nos vamos a encontrar? No lo sé, pero no creo que vaya a cambiar. Por eso soy fan de Míche l. Su trabajo ha sido recompensado y podrá jugar la Champions en un estadio legendario. Les deseo lo mejor, excepto contra nosotros, claro».