El secreto del mosquito que transmite el dengue: ¿cómo hace para encontrar sus víctimas y picarlos?
Los mosquitos que transmiten el dengue han sido objeto de estudio por sus letales habilidades para encontrar a sus víctimas y picarlos. Un reciente hallazgo ha revelado un aspecto sorprendente: estos insectos poseen un "ojo térmico" que les permite detectar la radiación infrarroja emitida por el cuerpo humano.
Este descubrimiento enriquece lo que ya se sabía sobre su capacidad para rastrear a las personas a través del CO y los olores corporales.
La identificación de este nuevo sentido podría abrir nuevas oportunidades en la lucha contra la propagación de enfermedades, ofreciendo un enfoque renovado en la prevención y control de los brotes de dengue.
Dengue: ¿qué es el "ojo térmico" y cómo lo utilizan los mosquitos?
El Aedes aegypti, conocido por ser un transmisor de enfermedades como el dengue, ha sido objeto de numerosos estudios. De acuerdo al portal Muy Interesante, este mosquito ha demostrado ser un experto en camuflaje y caza.
Además de los olores y el dióxido de carbono, se ha descubierto que posee un "ojo térmico", que le permite detectar la radiación infrarroja emitida por los cuerpos humanos.
Esta capacidad de localizar a sus víctimas con una precisión sorprendente es un avance significativo en la comprensión de su biología.
- El calor corporal, que ronda los 34°C, actúa como un faro invisible para los mosquitos.
- La radiación infrarroja emitida por el cuerpo es como una huella térmica que ellos pueden percibir.
- La longitud de onda óptima para esta detección se sitúa alrededor de los 9,4 micrómetros.
"Ojo térmico": ¿cómo se descubrió el sofisticado sistema de detección de calor en los mosquitos?
Un estudio reciente publicado en la revista Nature ha revelado este sistema de detección de calor en los mosquitos Aedes aegypti de gran complejidad.
Este insecto cuenta con un canal de iones llamado TRPA1 en sus antenas, que se activa ante los más mínimos cambios de temperatura. Cuando el calor de un cuerpo humano llega a sus antenas, este canal se activa y envía una señal al cerebro del mosquito indicando la presencia de una fuente de alimento.
Los experimentos realizados para confirmar este hallazgo fueron sorprendentes:
- En un laboratorio, se ofrecieron diferentes fuentes de calor a los mosquitos.
- Los resultados mostraron que estos insectos se dirigían casi siempre hacia aquellas que simulaban la temperatura del cuerpo humano.
Este descubrimiento proporciona una respuesta a cómo los mosquitos pueden encontrarnos en la oscuridad o en condiciones donde los olores son débiles.
Gracias a su capacidad de detectar el calor, pueden seguir el rastro humano incluso en situaciones complicadas. Así, los mosquitos poseen una especie de visión térmica que les permite localizar a sus víctimas sin importar las condiciones.
¿Cuáles son las nuevas vías de investigación que abre este descubrimiento?
Este avance abre un abanico de posibilidades en la investigación sobre el comportamiento de los mosquitos. Si estos insectos pueden utilizar el calor para ubicarnos, surge la pregunta: ¿también otros insectos tienen esta capacidad?
Adicionalmente, este hallazgo permite analizar cómo el clima influye en la actividad de los mosquitos.
La investigación indica que cuando la diferencia de temperatura entre el cuerpo humano y el ambiente es mayor, los mosquitos nos detectan con mayor facilidad.
Esto podría explicar por qué su actividad disminuye en climas fríos: simplemente, les resulta más difícil encontrarnos.