El precio de los alimentos alcanzó en septiembre su mayor incremento de los últimos 18 meses, según la FAO

El precio de los alimentos tuvo en septiembre su mayor aumento en 18 meses, según el último índice mundial de precios de los alimentos básicos que calcula mensualmente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado este viernes, siendo el azúcar el producto que más se encareció al registrar una subida mensual del 10,4%. Estas subidas de precios se produjeron justo antes de que en octubre decayese parcialmente la rebaja del IVA de los alimentos básicos en España.

En general, los alimentos registraron un aumento promedio de 124,4 puntos, un 3% más que en agosto y un 2,1% más que en el mismo mes del año pasado. Por su parte, el informe achaca el encarecimiento del azúcar al empeoramiento de las perspectivas de las cosechas en Brasil y a las preocupaciones sobre las exportaciones de la India al levantar las restricciones al uso de la caña de azúcar para la producción de etanol.

Asimismo, los cereales también aumentaron su precio un 3% en el último mes, un crecimiento impulsado por el aumento de los precios de exportación del trigo y el maíz. Los precios internacionales del trigo aumentaron debido a las preocupaciones por las condiciones excesivamente húmedas en Canadá y la Unión Europea, aunque esta intranquilidad se vio parcialmente compensada por los suministros de la región del Mar Negro, que los proporciona a precios muy competitivos.

En su caso, el maíz subió influenciado por los bajos niveles de agua en las principales rutas de transporte como el río Madeira en Brasil y el río Misisipi en Estados Unidos. En cambio, el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz disminuyó un 0,7%, en parte debido a una actividad comercial “generalmente tranquila”.

En cuanto a la producción mundial de cereales, la FAO aumentó ligeramente su previsión hasta los 2.853 millones de toneladas en 2024, lo que refleja revisiones al alza tanto en la producción de trigo como en la de arroz y compensa la pequeña reducción realizada en la producción mundial de cereales secundarios.