El Ayuntamiento de Madrid comenzó ayer oficialmente los trabajos para el soterramiento de la A-5 a su paso por el distrito de Latina, que durarán dos años y permitirán sustituir la carretera actual, prácticamente pegada a la primera línea de viviendas, por el Paseo Verde del Suroeste. Un plan de actuación con el espejo puesto en Madrid Río, la obra más importante llevada a cabo en la capital en las últimas décadas. Las primeras etapas, no obstante, serán de señalización, instalación de casetas y puesta en marcha de maquinaria, por lo que las afecciones al tráfico más graves se notarán a final de año: pese a que los cortes parciales no se producirán hasta diciembre, el dispositivo de movilidad incluye un incremento de los servicios de Metro y autobús. El proyecto permitirá cubrir 3,2 kilómetros de la A-5 desde la avenida de Padre Piquer hasta la avenida de Portugal, lo que reducirá en un 90 por ciento el tráfico diario de la zona, que hoy en día alcanza los 80.000 vehículos. El futuro paseo tendrá una superficie aproximada de 80.000 metros cuadrados y albergará cerca de 7.300 árboles nuevos, con gran protagonismo de los recorridos peatonales y los carriles bici. Contará, además, con siete nudos a lo largo de todo el trazado demarcados por plazas, pérgolas, espacios públicos y parques a fin de condensar la actividad lúdica de la zona. Bajo tierra, el túnel contará con una distribución de tres carriles por sentido, los más próximos a la mediana en ambas calzadas se diseñarán para su uso como bus-VAO, incluyendo una señalización regulable en función del tráfico para optimizar su uso. En su construcción no se utilizaran tuneladoras, sino un sistema de pantallas que, gracias a la instalación de sondas geotérmicas, permitirá al finalizar la obra aprovechar la energía subterránea para edificios públicos cercanos al ámbito. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, visitó ayer el entorno de la A-5, acompañado del delegado de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad, Borja Carabante, quien puso en valor una obra que va a permitir sustituir la «autopista urbana» por «zonas ajardinadas» del futuro Paseo Verde del Suroeste. Mientras eso llega, el Ayuntamiento reforzará las líneas de bus de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) afectadas por la obra en un 7,3%, aproximadamente un autobús por línea; y la Comunidad incrementará el servicio de las líneas 10 y 5 de Metro en un 9%. Queda pendiente el refuerzo de la C5 de Cercanías que el Consorcio Regional de Transportes solicitó y aun no se ha concretado, y la posibilidad de que la carretera de peaje R-5 sea gratuita. Asuntos que se dirimirán en una reunión el próximo jueves entre el propio Almeida y el ministro de Transportes, Óscar Puente.