La hipocresía y el doble estándar del PSOE de Pedro Sánchez volvió a quedar en evidencia ayer en la votación de la proposición de ley orgánica del Partido Popular destinada a precisar las causas de inelegibilidad para los condenados por terrorismo que no muestren arrepentimiento. La iniciativa recogía la indignación popular que causó hace más de un año la decisión de EH Bildu de incorporar en sus listas a 44 condenados por colaboración y pertenencia a ETA. Entonces, en víspera de las elecciones autonómicas y municipales, Sánchez, que estaba en Washington DC visitando a Joe Biden, rechazó con firmeza la presencia de los exterroristas en las listas y llegó a afirmar que «hay cosas que son legales pero no son decentes, y esta es una de ellas». Sin embargo, ahora, que necesita los votos de Bildu para seguir en la Moncloa, los socialistas se opusieron en el Congreso junto a todos sus socios a modificar la ley, negándose a alinear la legalidad con la decencia.