Propuesta para facilitar rehabilitación de motos
«El 22 de agosto concluyó el Censo de los Vehículos Armados por Partes y Piezas (VAP). Se registraron en todo el país 102 500 inscripciones; de ellos los ciclomotores (10 932), las motos sencillas (63 346), las motos con sidecar (1 487) y los triciclos (1 578), con un total de 87 343, representan en su conjunto el 85,2 por ciento de todos los registros».
Esta información la proporcionó el pasado 21 de septiembre, así textualmente, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, en su página de Facebook. Y la cita el lector Yosvany Camacho Román, residente en Calle 1ra., No. 54, altos, entre 4ta. y 6ta., reparto Jesús Menéndez, Bayamo, provincia de Granma, para verter algunos criterios suyos acerca de este proceso que ha levantado expectativas, antes de que entren en vigencia las nuevas medidas favorecedoras de los vehículos armados por partes y piezas.
«Como se ve en las cifras del total de vehículos, manifiesta Yosvany, un 85,2 por ciento son motos en su conjunto. Ello demuestra que estos son los vehículos a los cuales la mayoría de la población puede acceder, y no otros como autos y motos importados».
Y alerta que son elevadas las cifras de clientes esperando para remotorizar sus motos viejas, los cuales no cuentan con el presupuesto para comprar una moto nueva tanto en el exterior como dentro del país: y en gran mayoría solo han podido ahorrar para la compra de una unidad o para armar por piezas, como el censo lo demuestra.
Refiere Yosvany que SASA, en el grupo de Telegram, informa que no cuenta con el presupuesto para importar la cantidad demandada por los clientes. Pero se le ha propuesto realizar las compras prepago y no ha contestado.
«Sería viable esta modalidad, afirma, con la que cuentan otras cadenas cubanas, mediante la cual el cliente paga por adelantado el producto, en USD o Euro, se le hace el contrato, y con ese dinero se realiza la importación y se le entrega».
Con dicha variante prepago, indica, se posibilitaría que el país engrosara de antemano un ingreso en divisas, que tanto se necesita en estos momentos. Pero nadie responde a esta propuesta, señala.
«Entonces, plantea, los clientes preguntan en este grupo de Telegram: ¿es el problema de financiamiento el verdadero problema? Se les está proponiendo una solución y no la toman.
Como no tiene respuesta al respecto ni información esclarecedora, Yosvany se pregunta: «¿Será que hay un negocio oscuro e ilegal detrás de esta escasez de unidades de motos? Se ve en los grupos de Facebook cómo se venden por cantidades las unidades con factura de SASA, aún cuando las ventas por tiendas, tanto físicas como por la web de esa empresa, han disminuido.
«¿Será que los pobres no tenemos derecho a un transporte más económico, tanto para el cliente como para el país? Las motos ahorran más combustible que los autos. Y en un entorno de crisis en el transporte en el que estamos, sería una buena solución.
«Espero que esto lo lea alguna autoridad competente y tome en cuenta esta propuesta, para solucionar de una vez un problema de transporte que aqueja a miles de ciudadanos cubanos que no tienen para pagar unidades desde el exterior, ni mucho menos para comprar una moto nueva, ni un auto», concluye.
Pérdida por robo no es por descuido
William Wenceslao Lucas Rodríguez (Finca La Viviana, Valle Grande, municipio habanero de La Lisa) relata que, por segunda vez en este año, hace unos días le robaron su móvil, algo muy frecuente hoy en nuestra sociedad. Fue a las oficinas de Etecsa en 190 y 39, en ese municipio. Y le respondieron que por haber perdido dos veces su tarjeta SIM en el año, debe esperar un año para que se le reponga.
«Soy trabajador por cuenta propia, explica, por lo cual en un año no podré consultar el código QR, ni aceptar los pagos de los clientes vía digital. En un año no podré consultar mis cuentas a través de Transfermóvil.
«¿Es mi culpa haber sido robado por la fuerza? Incluso hice mi denuncia en la PNR. Debía hacerse un análisis a la hora de tomar tales decisiones. No es lo mismo una pérdida por descuido a una pérdida por robo. Mucho más cuando se ha puesto en lista negra ese móvil», termina.